La llegada del ser más pequeño de la casa invita a pensar en cuál y cómo será su cuarto, en caso de contar con la posibilidad de brindarle un espacio propio en algún momento. Sin embargo, el secreto no es sólo pensar en las tendencias respecto de muebles y colores, sino también en la funcionalidad que debe tener la habitación para, también, durar en el tiempo.
A continuación, algunos puntos que no pueden faltar al momento de crear el cuarto del/la o los bebés:
- Facilidad para el orden:
Pensando en un bebé que ya duerme en su habitación, es muy probable que se necesite ingresar al cuarto más de una vez en la noche. Por tal motivo, todo debe estar relativamente ordenado para no generar caídas o tropiezos. Si se cuenta con alfombras, las mismas no deben quedar sueltas sino que deben estar sujetas con, por ejemplo, algún mueble sosteniendo las puntas. Por otra parte, es recomendable contar con buenos espacios de almacenamiento para ubicar juguetes y demás accesorios que puedan quedar, de lo contrario, desparramados por el lugar.
- Jugar con las distintas iluminaciones:
Pensando en aquellos bebés a quienes la luz del día los mantiene muy activos, es fundamental contar con buenas cortinas que, durante el día, puedan tapar la luz natural para simular la nocturnidad y poder llevar adelante las siestas diurnas (además, el material tipo black out funciona también como bloqueador de temperaturas muy cálidas o muy frías que provengan del exterior). A su vez, es importante instalar una luz de noche, suave y tenue.
- Jugar con las temáticas y colores:
Buscar alguna temática para decorar, es más sencillo para llevar adelante esa tarea. Por ejemplo, si se eligen animales nórdicos, se pueden buscar distintos elementos que otorguen armonía y cohesión: desde la pintura y los colores elegidos, hasta los accesorios como almohadas, cuadros, percheros, motivos para los lugares de almacenamiento, la ropa blanca, entre otros. Por supuesto, es recomendable no caer en estereotipos de género para no condicionar a los niños en absoluto. Hay colores perfectos que, desde la neutralidad, aportan alegría y calidez.
Se recomiendan colores pasteles que otorguen calma, aunque algunos elementos decorativos deben contar con algo de intensidad ya que funcionarán como estímulo para los bebés.
- Paredes con pintura lavable:
Tanto por el mantenimiento de la estética como de la higiene, es importante que las paredes cuenten con pintura lavable. Esto hará que las mismas perduren más en el tiempo.
- Ser cómodo al momento del cambio:
Todo debe ser funcional a ese momento en particular. El cambiador debe ubicarse en un lugar estratégico donde se puedan dejar cerca los pañales, toallitas, incluso si se cuenta con un basurero ecológico para los pañales descartables, el mismo también debe encontrarse a mano. Es importante tener esto en cuenta ya que es muy peligroso dejar al bebé solo en las alturas, sobre todo cuando ya se mueve y rueda.
