Es muy importante usar protector solar durante todo el año, no solamente en verano al exponernos al sol. Constantemente estamos expuestos a la radiación. Pero ¿sabemos elegir el protector solar adecuado a nuestras necesidades? 

Según lo que publica revistaohlala.com, la médica dermatóloga Dra. Claudia Albanese indica que los argentinos no sabemos interpretar las etiquetas de los protectores. "En general, los argentinos no sólo no leen sino que además no entienden las etiquetas de los protectores solares, confían en lo que el médico les recomienda. Es más, ¡a veces ni siquiera miran la fecha de vencimiento de los productos! De hecho, es frecuente que consulten si sirve el protector de un año para el otro, porque la mayoría sólo usa protección en el verano. No hay todavía una conciencia de usarlo todo el año, salvo en el caso de los que practican deportes al aire libre ", asegura la experta.

¿Cómo hay que leer las siglas de UVA y UVB?

UVA se lee radiación ultravioleta A, y UVB, radiación ultravioleta B. Son radiaciones del sol invisibles a nuestros y se miden de acuerdo a su longitud de onda (nanómetros): cuanto más corta es, mayor es la agresión en la piel.

"Ambas radiaciones son causa de cáncer de piel, pero las UVA penetran más profundamente en la dermis y la epidermis, y provocan la liberación de radicales libres, lo que se traduce en cambios celulares. Esto llevado a la exposición permanente y sin protección, puede implicar un cáncer de piel (el melanoma es el más frecuente, pero hay otras variedades). Además, estos rayos son los causantes del envejecimiento prematuro de la piel y de generar manchas y arrugas. Los UVB sólo llegan a la dermis y son los responsables de las quemaduras, enrojecimiento, ampollas, ardor y se produce por la exposición inadecuada, es decir, sin protección, en horarios desaconsejados, entre otros hábitos desaconsejados", explica Albanese.

¿Es cierto que a mayor FPS, mayor protección?

Los protectores solares se expresan de acuerdo a su factor de protección solar (FPS). Este es un número que mide cuántas veces más podés estar expuesta al sol antes de que se produzca enrojecimiento sin haber utilizado la crema de protección solar.

Entonces... ¿cómo tenés que seleccionar el filtro solar adecuado? Es necesario tomar en cuenta el color de la piel, el grosor, el tiempo de exposición al sol y la cantidad de radiación que existe donde te encuentres. Además, no está de más que consideres que las superficies como la arena, el concreto o el agua reflejan hasta un 85% de la luz solar, por eso aunque te quedes a la sombra en la playa vas a estar recibiendo una exposición alta.

Teniendo en cuenta todos estos datos, lo importante es que sepas que "el protector solar deberá ser de amplio espectro, es decir, proteger de ambas radiaciones (UVA y UVB) y un FPS de 15 o mayor (en este caso el FPS se refiere a la protección de ambas radiaciones). Si el protector no es de amplio espectro, el FPS indicado corresponde sólo para protección contra radiaciones UVB, es decir, previene sólo contra las quemaduras solares y no sobre el desarrollo de cáncer de piel (lo que deberá advertirse en las etiquetas del producto)", advierte la Dra. María Fernanda Lasa, médica especialista en Clínica Médica y Dermatología.

¿Cómo debemos usarlo?

"Se debe colocar cada dos horas, siempre con la piel seca; si se mete al agua, secarse y volver a aplicar; no exponerse al sol entre las 11 y las 16; colocarlo media hora antes de la exposición y distribuirlo bien en forma pareja , sin olvidarse de las orejas, el cuello, dorso de las manos y calvicie", sostiene la médica.

¿Los protectores en aerosol son efectivos?

Hay puntos a favor y puntos en contra. "Estos formatos son cuestionados por algunos que consideran que se evaporan más fácilmente que las cremas o emulsiones y en este sentido disminuye la duración de la protección. También pueden hacer que sea un poco más difícil asegurarse de cubrir toda la superficie cutánea", afirma la Dra. Silvina Szwarc. Por otro lado, su aplicación es más sencilla, más rápida y mejor tolerada, principalmente por los más chicos. Además, son más fáciles de remover y generan una sensación más confortable sobre la piel, pero por esta misma razón es aconsejable que lo reapliques con mayor frecuencia.

"En este sentido, la ventaja de los protectores en aerosol es que, siendo de más fácil aplicación y mejor aceptados, facilitan la adhesión respecto del cumplimiento efectivo de reiterar la aplicación cada dos horas. Esto es de fundamental importancia, ya que el principal error en la utilización de los fotoprotectores es, justamente, la falla en la reaplicación a lo largo del día", indica la especialista. ¿Un dato extra? Consideralo como una buena opción para tu chico ya que es muy efectivo en zonas pilosas.