Si bien la elección de colores para un ambiente resulta muy personal, existen algunas recomendaciones a tener en cuenta para no sobrecargar los espacios y mantener la calma y armonía. En tal sentido, expertos y expertas en decoración remarcan que la clave no se basa en el color en sí, sino en la intensidad que se elija del mismo.
Por tal motivo, existen algunos must a tener en cuenta para guiarse y crear ambientes armoniosos a partir de la combinación de colores y tonalidades:
-Azul marino y tonos neutros: Al igual que en la gran mayoría de espacios con colores fuertes como protagonistas, los mismos deben focalizarse en uno o muy pocos objetos que cuenten con una base neutra o clara. Un sillón o un mueble azul marino resaltará perfectamente en un ambiente de paredes neutras y almohadones claros que le den protagonismo al sillón en cuestión.
-Beige, verde y violeta/granate: Se trata de una buena combinación para un dormitorio o living, en donde el gran protagonista sea un tapizado o una manta grande. El mismo deberá ser del tono más fuerte, en este caso el granate, y el resto de muebles y telas deberá ser mayormente beige. Además, puede sumarse un verde más apagado en pequeños detalles.
-Rojo en pequeños detalles: Se trata de un color muy fuerte y llamativo, por lo que deberá presentarse en pequeñas "pinceladas". Un cuadro, un textil, almohadones, objetos decorativos, son algunos ejemplos para colocar en un ambiente mayormente neutro.
-Un solo color, muchos tonos: Utilizar varias tonalidades de un mismo color es otro gran acierto, ya que generará un clima armónico. Aún así, será importante no hacer un uso excesivo de colores para evitar saturar. Una buena opción es implementar los colores en objetos, por ejemplo, un sillón neutro con almohadones de distintas tonalidades.