En el mundo beauty hay una constante búsqueda de nuevos procedimientos para lucir la piel más hidratada, sana y rejuvenecida. En este aspecto, las redes sociales hacen eco viralizando y creando nuevas tendencias, siendo el face taping una de ellas.
Con promesas de antienvejecimiento inmediato por medio de un proceso simple, se sostiene la idea de lograr un rostro firme y sin arrugas, por lo que muchas personas se disponen a probarlo. Sin embargo, existen riesgos para la piel.
Face taping
El face taping o "cintas para la cara", es una técnica que implica pegar cintas adhesivas en distintas áreas del rostro para estirar la piel y reducir arrugas así como lineas finas. Sucede que, al dejar estas cintas pegadas por un tiempo, la tez se alisa en forma temporal para dar un efecto lifting instantáneo.
Muchas celebridades e influencers se dispusieron a utilizar este método por considerarlo no invasivo frente a la gran cantidad de técnicas que existen para lograr este mismo objetivo.
No obstante, las y los expertos advierten sobre las siguientes contras:
-Irritación en la piel: El pegamento de las cintas puede causar enrojecimiento, irritación e hinchazón, especialmente en pieles sensibles. Además, su uso frecuente puede llevar a la pérdida de elasticidad y dañar gravemente la barrera cutánea.
-No es una solución definitiva: La piel vuelve a su estado natural una vez que se retira la cinta.
-Problemas de circulación: Al afectarse la circulación sanguínea en el rostro, se puede contribuir a problemas cutáneos adicionales.
-Incomodidad: El uso de estas cintas en la cara puede resultar incómodo y requiere de mucha cantidad de maquillaje para cubrirlas, incluso retoques ocasionales en caso de eventos de varias horas de duración.
-Incremento de acné: Muchas personas optan por usar esta técnica de noche, pero al dejar las cintas por tanto tiempo se pueden obstruir los poros, lo que ocasiona mayores brotes por la acumulación de sudor y sebo en dichas áreas.