La democratización de la información, de la mano de centennials e influencers, hace que los distintos ámbitos de la vida cotidiana den cada vez más espacio a la desnaturalización y ruptura de estereotipos. Tal es el caso de la moda en relación al género, los colores y el tipo de prendas que cada persona "debería" lucir.
Si bien la premisa no es novedosa, sí es cierto que la llegada masiva se modificó y, en tal sentido, las principales firmas se animan a presentar cada vez más propuestas disruptivas para lucir en las calles. Así llegó el turno de los vestidos y la posibilidad de que los luzca quien así lo desee.
Los pioneros y los que se suman (e invitan a sumarse)
Si bien Harry Styles sorprendió en diciembre de 2020 posando con un Gucci para una revista de moda estadounidense, por supuesto que no fue el primer artista en mostrarse disruptivo. Kurt Cobain y David Bowie habían hecho lo propio en algunas de sus apariciones públicas.
Últimamente, otras celebridades se sumaron a esta ola de "respetar a la ropa como tal", sin importar nada más que lucirla porque así lo desean. Tal es el caso de Kid Cudi o Bad Bunny, o el Tiktoker español Aritz Larrabe que irrumpió con un increíble vestido en la Semana de la Moda de Copenhague.
Así, el 2022 viene a demostrar que los vestidos son para todos y todas, indistintamente del género y sólo con el propósito de lucir aquello que los y las haga sentir en plena comodidad con la prenda que les guste.