Con un pequeño giro hacia los clásicos, existen tonos tradicionales que no fallan si se habla de elegancia en cuanto a los colores. Se trata de la dupla compuesta por el blanco y el negro y, con dichas opciones, una gran variedad de piezas a elegir para armar el outfit perfecto. En este aspecto, pueden utilizarse prendas de uno de los dos colores creando un total look, o bien combinar ambos.
Blanco y negro: los colores de la sofisticación
Como una fórmula que adentra a la sofisticación, el blanco y el negro evocan todo lo necesario para lucir elegantes en esta primavera.
Algunos ejemplos de looks a imitar:
-Escotes profundos: Hay muchas formas de generar que los escotes profundos se tornen poco elegantes, y una de ellas es elegir el color inadecuado. Si se trata del negro, lo más probable es lograr un acierto. Lo ideal es acompañar con cabello recogido y labios que protagonicen el outfit.
-Micro mini: Las minifaldas muy cortas volvieron a ser tendencia esta primavera. Sin embargo, para trasladarlas a un costado más elegante, hay que remitirse a los colores. En este caso, una pieza negra combinada con una camisa blanca crearán la dupla perfecta para la sofisticación. Utilizar los colores de ese modo ayudan a iluminar el rostro y, por otro lado, estilizar las piernas y acentuar la línea de la cadera.
-Piezas de escote jewel: Con la premisa del "menos es más", el blanco es uno de los favoritos al pronunciarse dentro del lujo silencioso. En este aspecto, las piezas de escote jewel enmarcan la línea del cuello y permiten apostar a brazaletes o pulseras grandes, sucediendo lo mismo con los aros.
-Vestido camisero: En pos de evocar la frescura y elegancia en partes iguales, un vestido camisero o una camisa oversized con cuello italiano son ideales para lucir en un único tono. El blanco es el favorito en épocas de más calor y, según se trate de un look diurno o nocturno, se prioriza la combinación con sneakers blancos o sandalias de taco.