Cada 8 de noviembre se celebra el Día del Capuccino, cuya preparación es todo un arte. Se trata de la preparación cafetera más reconocida internacionalmente en el barismo, la disciplina especializada en café de alta calidad.
Café, leche y un toque de cacao o canela son los ingredientes que conforman este delicioso preparado que requiere del uso de una máquina de café para un resultado más preciso, aunque puede prescindir de la misma.
El origen del capuccino
En el siglo XX, Luigi Bezzera patentó la primera máquina para elaborar café, la cual contenía el vapor y temperatura necesarios para conseguir la famosa espuma de leche que lleva esta preparación.
Así es que comenzó a popularizarse y, a mediados de dicho siglo, el experimento italiano trascendió fronteras llegando a todas partes del mundo. ¿El gran secreto? Para las y los expertos todo se centra en la leche entera de vaca con entre 3.2 y 3.5% de materia grasa. Luego, en orden, siguen la jarra metálica para montar la leche y conseguir así la espuma necesaria.
Preparación del capuccino sin máquina
-Ingredientes: 125 ml. de leche entera y fría; 25 ml. de café expreso; cantidad necesaria de cacao en polvo o canela molida (opcional).
-Preparación:
Para lograr la espuma de leche, si no se cuenta con cremador, espumadera o batidora, se puede hacer de forma manual. Para ello se necesita la leche fría en un recipiente de cristal con tapa, el cual se cerrará y necesitará ser agitado con fuerza por al menos 30 segundos. Una vez transcurrido ese tiempo, llevar al microondas sin tapa por 20 segundos a máxima potencia (800W), consiguiendo así espuma por encima de la leche líquida que quedará de fondo.
Preparar café solo o expreso y echar lentamente la leche sobre una taza, logrando que la espuma quede para el final. Colocar el café y, encima del mismo, la espuma de leche. Se recomienda usar una taza transparente para visualizar la diferencia de colores. Espolvorear con cacao o canela si se desea.