Desde 1998, cada 5 de marzo se celebra el "Día Mundial de la Eficiencia Energética", un hecho que lleva a reflexionar que los buenos hábitos vinculados al uso de la energía contribuirán en gran escala al mundo entero.
La eficiencia energética se define como la capacidad de producir un mismo producto o bienestar utilizando una menor cantidad de consumo de energía. En otras palabras, usar menos energía para llevar a cabo la misma tarea.
Fue en 1998 cuando, en Austria, se dio inicio a la “Primera Conferencia Internacional de Eficiencia Energética”. Ese 5 de marzo, más de 350 expertos en diferentes áreas como ingeniería, climatología y ambientalistas junto a líderes mundiales, se reunieron para atender las emergencias climáticas que afectan incluso hoy a los seres humanos. A partir de allí, el mensaje se sostuvo en un uso eficiente de la energía para evitar mayores gastos en industrias, empresas, escuelas e incluso en los hogares particulares.
10 consejos para ahorrar energía en la vida cotidiana:
-Usar focos con ahorro de energía: iluminan igual que los incandescentes y consumen 75% menos energía.
-Aprovechar la luz natural del día: Ser estrategas con la orientación de las ventanas en los ambientes, y usar colores claros en paredes, techos, pisos y mobiliario para fomentar la claridad.
-Apagar focos y desconectar aparatos en desuso: Muchos, aún apagados, consumen energía. Si nadie ve la televisión o escucha la radio, deben apagarse.
-Asegurarse que la heladera tenga la etiqueta de eficiencia energética.
-Colocar la heladera en sitios ventilados y lejos de fuentes de calor como la estufa porque consumirá más energía.
-Ahorrar energía eléctrica al planchar la mayor cantidad de ropa, primero la gruesa y antes de terminar, desconectar la plancha y aprovechar su calor con las prendas de tela más fina.
-Si se usa el lavarropas, poner la cantidad de ropa que indica cada carga para no hacer varios lavados innecesarios.
-No conectar varios aparatos en un mismo enchufe: Podría sobrecargarse la instalación eléctrica y provocar un accidente.
-Revisar que la instalación eléctrica no tenga fugas: Esto se comprueba apagando las luces y desconectando todos los aparatos, luego verificar que el medidor no gire. Si lo hace, se debe revisar la instalación.
-Optimizar el uso del aire acondicionado: Verificar que las puertas y ventanas cierren bien, y limpiar los filtros al menos una vez por semana.
