Dentro de las rutinas de belleza y cuidado de la piel, existen ingredientes naturales que colaboran con distintas causas. Uno de ellos es la miel pura, y su uso más buscado actualmente es el de blanquear las zonas con manchas.
Por su alto contenido en vitaminas, propiedades antioxidantes, tonificantes y antisépticas así como su cantidad de minerales; la miel ayuda a unificar el tono facial en cualquier tipo de piel. Por supuesto, ante cualquier duda personal es de suma importancia consultarlo con el dermatólogo de confianza.
Miel para la piel
Uno de los principales usos de la miel es para acabar con el acné. A raíz de que ayuda a equilibrar las bacterias de la piel, puede contribuir con acelerar el proceso de los pequeños granitos que esta patología implica. Posteriormente, también colabora con las cicatrices de esta problemática ya que promueve el proceso de curación cutánea. Para cualquiera de los usos, debe contarse con miel pura, no pasteurizada.
El paso a paso de su uso es el siguiente:
-Con previa limpieza del rostro, utilizar un palito o pincel para desparramar la miel en la zona deseada en forma de pasta.
-Dejar actuar 10 minutos.
-Enjuagar con agua tibia (no caliente).
-Repetir cada 2 días dentro de la propia rutina de skincare.
Por otra parte, existen mascarillas que ya vienen preparadas y combinan la miel con otros ingredientes calmantes como aloe vera o almendras. También pueden utilizarse con previa consulta al dermatólogo de confianza.