Las cocinas blancas siempre son una buena opción ya que aportan sensación de amplitud, además de la luminosidad necesaria para este ambiente del hogar. Sin embargo, suele quedar muy sobria y fría si no se genera calidez a través de otros agregados.
Es por ello que las y los expertos recomiendan recurrir a recursos decorativos muy sencillos para lograr esta finalidad:
-Acabados brillantes: Un material como el Neolith Calacatta con acabado brillante es ideal para revestir paredes o una isla, ya que se trata de una piedra que imita el mármol añadiendo decorativas vetas que cortan con la frialdad. Además, las lámparas generales pueden ser de algún color metalizado como el dorado, que además de estilo brinda gran calidez.
-Efecto mármol: Uno de los materiales más elegantes para decorar la cocina es el mármol. Es por ello que una encimera o paredes con mármol o algún material de imitación, serán de gran contraste para este ambiente blanco.
-Luz natural: Siempre que sea posible el ingreso de la luz natural, hay que aprovecharlo. Es importante organizar el mobiliario para que la circulación de luz sea más orgánica y el ambiente se vea más cálido, dejando entrever incluso algún detalle de naturaleza como un árbol por la ventana.
-Madera: La madera de por sí, al ser un elemento natural, ya logra generar calidez. Una de las recomendaciones es que, a los muebles blancos, también se les añada un detalle en madera como tiradores rústicos. Otra opción es añadir módulos, por ejemplo de roble natural.
-Negro: Para contrastar el blanco, nada mejor que su opuesto. El mismo puede imprimirse en pequeños detalles como tiradores, perfilería, o bien, detalles en el suelo.