El denominado estilo Mid Century es una de las opciones más innovadoras y vanguardistas, incluso a pesar de sus características en sí. Tal como su nombre lo indica, este estilo busca imprimir la esencia de mediados de siglo XX con clásicos detalles.
Estilo Mid Century
Basado en la arquitectura de aquellas viviendas diseñadas tras la II Guerra Mundial, el estilo busca que el máximo referente sea la luz natural. Un detalle que, para lograrse, necesita de distintas aberturas que den paso a que esto se genere.
Por otra parte, los ambientes decorados con este estilo cuentan con una gran funcionalidad sin presentar excesivos detalles. Los colores que predominan también son naturales, e incluso muchos de los muebles no están pintados más que con alguna pequeña capa de barniz.
Además, todas las líneas y acabados suelen ser limpios, generando así un clima total de tranquilidad y calma.
Cómo aplicarlo en casa
-Ambientes amplios: Al buscar integrar lo interno con lo externo, se busca que los ambientes sean más amplios. Para ello, una de las principales ideas de diseñadoras y diseñadores es romper con las líneas de división de los espacios. Quienes posean balcones o patios, podrán generar esta sensación de continuidad utilizando los mismos colores en ambos espacios y separando con puertas ventana transparentes.
-Elementos funcionales: Cada artículo u objeto que se utilice debe estar allí por una razón, ya que la característica principal del estilo es su funcionalidad.
-Estampas geométricas y formas sencillas: Tanto en tapices, papeles, decoración de muebles o pinturas, las estampas predominantes son aquellas geométricas. Por supuesto, sin generar un abuso en su utilización para no sobrecargar. Por otra parte, los muebles y piezas deben tener líneas limpias y trazos rectos.
-Madera, metal y bronce: Son los principales materiales para confeccionar armarios, alacenas, mesas, sillas, y demás muebles.
-Detalles de color: Pueden utilizarse en almohadas, textiles, cerraduras, tiradores de puertas y cajones, cuadros. Son detalles en colores fuertes que rompen con la monotonía de lo neutro pero, nuevamente, sin sobrecargar.