Una de las plantas más especiales y aromáticas es el jazmín, y es por ello que muchas personas optan por adquirir esta planta para sus hogares. Tanto las versiones con hoja perenne como caduca (cuyas hojas caen en invierno), presentan distintas formas y tamaños para elegir. 

El cuidado del jazmín

En líneas generales, esta planta necesita un suelo correctamente drenado y buena luz aunque sin sol directo en las horas más calurosas. A su vez, si están en el exterior, debe protegerse de las heladas.

Existen distintos tipos de jazmines y pueden tenerse tanto en tierra como en maceta (ecologiaverde.com)

-Abono: Puede alimentarse mensualmente con un fertilizante durante la época de crecimiento (primavera/verano).

-Enfermedades y plagas: Las plagas más habituales son los pulgones, ácaros, moscas blancas, que suelen debilitar en demasía las hojas y la planta en general. Para ello se recomiendan incencitidas específicos o preparados naturales recomendados por las y los expertos. Entre las enfermedades, el oídio es una de las más comunes que aparece como un polvo blanco en las hojas y puede tratarse con fungicidas. Además, el exceso de agua puede lograr que la raíz se pudra, por lo que es importante controlar el riego, sobre todo en macetas.

-Luz: La exposición directa a la luz solar no es recomendada, sobre todo si se trata de plantas en tierra que no tienen posibilidad de trasladarse cuando el sol está en sus horas más intensas.

Existen distintos tipos de jazmines y pueden tenerse tanto en tierra como en maceta (guiadejardineria.com)

-Riego: No soporta demasiada agua, aunque debe regarse regularmente sobre todo en primavera y verano que es cuando crece y florece.

-Temperatura: El problema surge durante el invierno, ya que la gran mayoría de los jazmines no resisten el frío y se dañan con temperaturas que bajan los 0 grados. En caso de tener jazmines en macetas, se recomienda trasladarlas al interior en esta época del año.