Según comenta el sitio revistaohlala.com, uno de los conceptos más conocidos de belleza se ubica en la Edad Media. En esa época, se consideraba bello a todo aquello que era armónica y mantenía determinadas proporciones. Sin embargo, esa idea fue cambiando a lo largo de los años y a finales de la Edad Moderna, durante el Romanticismo, se le empezó a dar importancia a lo subjetivo, es decir, a los gustos personales. 

Pero fue en la Edad Contemporánea, donde los cánones de belleza ya no eran dictados por el sexo masculino y comenzaron a cambiar por completo. En el siglo XIX, la lucha de las mujeres toma una gran importancia, y con la expansión de las revistas femeninas y el furor de las actrices de la época, los salones de belleza se volvieron populares. 

Sin dudas, Coco Chanel fue la inspiración femenina en los años 20. Con un estilo sencillo y elegante, fue la precursora de los vestidos cortos, la piel bronceada y los trajes de baño, en los que se podían ver las piernas. 


En la década del 30, el ideal de belleza estaba marcado por el estilo de las actrices de Hollywood, tales como Jean Harlow y Marlene Dietrich, caracterizado por una cabellera rubia y ondulada, cejas altas y labios carnosos. En estos años también se imponen las uñas pintadas. 

 


En los dos años posteriores, los íconos fueron Rita Hayworth en los 40 y en los 50, la francesa Brigitte Bardot y la británica Audrey Hepburn.


Marilyn Monroe, por su parte, emanaba glamour con su cabellera rubia, su cuerpo curvilíneo, sus labios rojos y sus vestidos entallados.  


A partir de los años 50, las características de una mujer bella tenían que ver con la femeneidad y los cuerpos voluptuosos, hasta que en la década de los 60, con la aparición de la modelo británica Twiggy, este ideal se transformó por completo. La delgadez se convirtió en un ícono para toda una generación. 


En los 60, la belleza estuvo marcada por el bronceado, las melenas rubias y el cuerpo tonificado. Figuras atléticas con poco maquillaje eran los modelos a seguir y la actriz Farrah Fawcett fue considerada la mujer de esta época.


La llegada de los años 80 trajeron consigo la excentricidad, y las tendencias del momento fueron los hombros extra large y la cintura extra fina. Un claro ejemplo fue Madonna y el fin de esta época marca el inicio de la era de las “súper modelos”: Kate Moss, Claudia Shiffer, Naomi Campbell y Cindy Crawford.


Con el inicio del año 2000, la delgadez volvió a convertirse en sinónimo de belleza, con cuerpos ausentes de curvas como los de Kate Moss y Cara Delevingne.

Con el paso de la primera década, esta tendencia se transforma y las mujeres con siluetas definidas, como Jennifer Lopez, Beyonce o Scarlett Johansson, marcan el fin de la er. “90-60-90”.


Hoy en día, las redes sociales, la tecnología, los blogs, las it girls y el photoshop son los nuevos referentes de los ideales de belleza y ¡ahora sí que vale todo! Cada vez más mujeres se identifican con cuerpos naturales y rechazan la delgadez extrema. Y recordá que lo más importante es sentirse bien con uno mismo.