Del otro lado del mundo, donde los días cálidos ya son un hecho, nos van anunciando aquellas nuevas propuestas a las que debemos estar atentos si nos gusta seguir tendencias en moda y belleza. Las uñas se han vuelto una zona indispensable al momento de pensar en un look completo, por lo que también es importante analizar lo que se vendrá y pensar en posibles combinaciones.
Así aparece el diseño "baby boomer" o "french fade", siendo una variante de las francesas caracterizado por el efecto difuminado. Para lograrlo, deben combinarse los colores y que impriman un degradado sutil entre el rosa y el blanco de la uña.
La técnica implica comenzar con la punta blanca, continuar con un nude y llegar hacia la cutícula con una pequeña intensidad de color. Es importante resaltar que no todo nude es para todas las personas, ya que lo ideal es que se parezca al propio tono de piel, por eso es importante saber elegir. Con ese esmalte y otro en blanco, ya se tienen los elementos básicos para lograr este diseño.
Beneficios de las baby boomer nails:
Una de las ventajas más importantes es su versatilidad. Por el hecho de usar colores neutros y por cómo se combinan entre sí, son ideales para eventos elegantes, así como para cualquier otra ocasión pudiendo adaptarse a cualquier outfit (deportivo, laboral, de entre casa, para salir con amigos, para una cita).
Por otro lado, su mantenimiento es muy sencillo y no es necesario retocar en demasía ya que el color se asemeja mucho al tono de la uña natural, por lo que el crecimiento no es tan notorio en ese sentido.
Formas de lograr este diseño:
Si bien anteriormente se expresaba la versión básica, existen otras maneras de conseguir este diseño respetando su lógica.
La más sencilla es, sobre las uñas al natural, colocar una capa de esmalte base. Mientras se seca, colocar el color blanco y el nude en una esponja, presionar sobre la uña y desvanecer los tonos hacia abajo. Limpiar luego los bordes.
Otra opción es limpiar la uña con deshidratador, poner una capa y colocar gel blanco formando la punta de uña que más guste. Después, degradar el color blanco hacia abajo, pudiendo utilizarse diluido para hacer más sencilla la tarea. Luego, hacer lo mismo pero con el color nude de la cutícula hacia arriba. Unir ambos con brocha o pincel y limar los bordes.
Una última variante es pintar las uñas con nude (con o sin gel) y, una vez que quedan parejas, desvanecer el blanco de la punta hacia el medio. Si bien existen esponjas para lograr esto de forma más precisa, pueden usarse también los aerógrafos profesionales si se poseen.