El agua de rosas tiene múltiples beneficios para la piel por lo que viene siendo utilizada desde hace varios siglos. Sin embargo, las y los expertos señalaron que la piel del cuerpo no era la única beneficiada y que el cabello también podría sacar provecho de esta sustancia.
Agua de rosas en el cabello
Sin dudas, el agua de rosas ya resulta atractiva por su aroma terapéutico que invita a utilizarla por sobre todo en los días más estresantes. Pero no todo termina allí. Esta sustancia cuenta con múltiples beneficios que el cabello agradecerá.
En primer lugar, el hecho de contar con múltiples propiedades hidratantes lleva a utilizarla para combatir el frizz y brindar luminosidad. Para lograr resultados más contundentes, se recomienda combinar esta sustancia con otros ingredientes humectantes como la glicerina o bien utilizarlo antes de algún tratamiento hidratante al cual se lo complemente.
Por otro lado, al poseer vitamina A, vitamina C y otros antioxidantes, se reducen los daños que pueda ocasionar el sol, la contaminación y otros agentes químicos. De esta forma, contribuye con la reconstrucción del colágeno y la renovación celular.
Finalmente, en 2011 se publicó un artículo científico en US National Library of Medicine que demuestra que el agua de rosas es antiséptica, astringente y antibacteriana; cuestiones que hacen que se equilibre la producción de grasa y, por consiguiente, se reduzca la caspa y la posibilidad de inflamación del cuero cabelludo.
Cómo prepararla
Limpiar medio kilo de pétalos de rosa (preferentemente Damascena) y agregar en olla caliente con agua destilada. Al llegar a la ebullición, bajar la temperatura y retirar luego de 10 minutos. Dejar reposar una hora y verter el líquido en frascos de vidrio con atomizador.