El mercado de smartphones actual ofrece una gran variedad de dispositivos de distintas gamas y precios. Se pueden encontrar equipos que van desde los 100 dólares hasta los miles, con todo tipo de características y especificaciones que se ajustan a las necesidades de cada usuario. Y entre esa amplia oferta hay también teléfonos llamados feature phones, de lo más básicos.
Este tipo de equipos se asemejan a los que se volvieron famosos a fines de lo 90 y principios de los 2000, y algunas marcas continúan fabricando teléfonos que respetan el mismo concepto. Nokia, por ejemplo, lanzó recientemente sus nuevos modelos 130 y 150, que recuerdan al histórico Nokia 1100.
A simple vista, lo primero que se destaca de estos teléfonos es su diseño tradicional con teclado físico y pantallas pequeñas. Además, tienen una resistencia que recuerda también a los dispositivos antiguos que soportaban todo tipo de golpes y caídas, y con baterías que duraban hasta una semana.
Nokia 150 y 130
El Nokia 150 incluye una batería extraíble de 1.450 mAh, capacidad que parece realmente baja si se la compara con los 5.000 mAh que tienen muchos teléfonos actuales. Sin embargo, por sus funciones limitadas y la pantalla de 2,4 pulgadas con resolución QVGA, puede mantenerse sin cargar por hasta un mes si queda en modo standby. El equipo tiene conector de 3,5 mm para auriculares, bandeja dual SIM, Radio FM, una aplicación de reproductor MP3 y altavoz trasero. La cámara, tan básica como el resto del dispositivo, tiene un sensor VGA de 0,3 MP que puede servir para tomar alguna fotografía de manera ocasional y con poco nivel de detalle, y también incorpora una linterna led en la parte trasera. Sus limitaciones también se traducen en detalles como sus dimensiones: pesa poco más de 100 gramos y tiene tres centímetros de largo, cinco de ancho y 1,5 cm de grosor. Además, cuenta con certificación IP 52, es decir, resistencia a salpicaduras de agua o exposición al polvo. El Nokia 150, cuyo sistema operativo está basado en el software S30+ y no es compatible con aplicaciones populares como WhatsApp, está disponible en negro, rosa y azul y su precio ronda los 60 dólares. Por su parte, el Nokia 130 es todavía más sencillo, aunque comparte varias de las capacidades de su hermano mayor (misma pantalla, batería y teclado físico). Lo que no tiene este modelo es cámara trasera. Un detalle no menor para los seguidores más nostálgicos del fabricante finlandés es que ambos equipos llevan instalado el mítico juego de la marca: el Snake (o "viborita"). Los llamados Feature phones se diseñan siguiendo un concepto diferente al que domina el mercado actualmente, que es el de smartphones cada vez más potentes y completos en cuanto a funcionalidades. Un feature phone es, en esencia, un teléfono móvil más "tradicional", con el que se pueden realizar llamadas, enviar y recibir mensajes y llevar a cabo algunas funciones básicas adicionales. En estos teléfonos es habitual encontrar paneles de entre 2 y 3,5 pulgadas, con resoluciones que distan bastante de las tendencias actuales. A su vez, no cuentan con aplicaciones que se han vuelto imprescindibles para muchos usuarios, como GPS, redes sociales y servicios de pagos digitales. Esto los convierte en un tipo de teléfono ideal para quienes solamente necesitan tener a disposición un equipo que les permita comunicarse, sin ningún tipo de distracción que se desprenda de las decenas de notificaciones que llegan a diario a un smartphone moderno. En general, cada fabricante sigue las mismas líneas de diseño para estos teléfonos. Pero además de Nokia y otras firmas como Alcatel, que ofrecen esa estética más tradicional, existen otras alternativas. Un ejemplo de ello es el Light Phone II, un equipo totalmente minimalista que vendió tan solo algunas miles de unidades sumando su primera versión, lanzada en 2017, y la segunda que salió un año después. El concepto es el de un teléfono que no tiene distracciones para quien lo utiliza, y de hecho su fabricante lo promocionó con el lema "menos teléfono, más vida". Sin embargo, lo cierto es que se trató de una opción algo más completa si se lo compara con sus rivales. Tenía una pantalla táctil de tinta electrónica y un teclado iluminado de 10 dígitos, junto con soporte para 4G, WiFi, GPS, música y hasta soporte para solicitar un Uber. Todo esto, además, por un precio de salida singificativamente mayor: 250 dólares. Las ganancias estimadas para el mercado de feature phones son de 11 mil millones de dólares para 2023, contra los 498 mil millones de dólares que generaría el mercado de smartphones, según Statista.Qué son los "Feature phones"