El servicio de correo electrónico se ha convertido en una herramienta indispensable tanto para fines laborales como académicos o incluso personales, y por lo tanto en un importante banco de información. Por lo tanto, garantizar métodos de seguridad que protejan o permitan recuperar nuestros datos también es fundamental.
Entre las alternativas más reconocidas para enviar y recibir emails se destacan Outlook (conocido anteriormente como Hotmail), y Gmail, la propuesta de Google que se posiciona como la más famosa del mundo y, según proyecciones, superaría los cuatro mil millones de usuarios al finalizar el 2021.
Al igual que todos los demás servicios de la empresa, Gmail funciona con una cuenta de Google. Es por esto que, en caso de que perdamos el acceso, nos enfrentaremos a una situación en la que se corre el riesgo de perder la información y los archivos almacenados en aplicaciones como Drive y Photos.
Para estos casos, en los que el usuario puede haber olvidado su contraseña o haber sido víctima de un hackeo, existen ciertas herramientas que permiten respaldar la información o reforzar la seguridad.
Mantener actualizadas las copias de seguridad
Al igual que muchas otros servicios de Internet, Google ofrece una opción para descargar copias de seguridad en su apartado de configuración.
El gigante del internet ofrece una herramienta conocida como Takeout, con la cual los usuarios pueden descargar sus datos, ya sea de Gmail o de cualquier otra app de Google.
En el caso del correo electrónico, la información se descargará en formato MBOX, el cual puede ser restaurado en cualquier otro servicio de correo.
Pasos para configurar los datos de recuperación
Google también ofrece a sus clientes varias opciones con las cuales poder identificarse ante el sistema y así demostrar que efectivamente son titulares de la cuenta bloqueada/perdida/robada de Gmail.
- Ir a las opciones de configuración de la cuenta y seleccionar la opción de "Seguridad"
- Hacer clic en "Métodos para verificar tu identidad"
- Completar o actualizar los diferentes campos disponibles con un número de teléfono, una dirección de correo alternativa y una pregunta de seguridad
Por último, también es recomendable guardar cada contraseña en caso de que se vayan cambiando, porque puede ser un dato que Google solicite para restaurar la cuenta, además de buscar algunos de los primeros correos que llegaron cuando se abrió la cuenta con el fin de tener clara la fecha de su apertura y suministrar el dato a Google en caso de que lo solicite.