Los grandes eventos deportivos de trascendencia planetaria, como el Mundial de Fútbol o los Juegos Olímpicos, suelen ser una vidriera donde el país o la ciudad anfitriona se muestra al mundo y hacen alarde de los últimos avances tecnológicos disponibles. Y por supuesto, París 2024 no será la excepción. Sin embargo, en este caso, todo este despliegue no está motivado por simple arrogancia pretenciosa, sino por una necesidad genuina del olimpismo de mantenerse como la máxima expresión del rendimiento atlético.

Esta fusión entre deporte y tecnología cumple un doble propósito: por un lado asegura a deportistas de élite las mejores condiciones donde desplegar su talento; por el otro, garantiza que los espectadores tengan una experiencia inmejorable, especialmente en una era donde el streaming y las plataformas adquieren un protagonismo sin precedentes. Con esto en mente, el contenido también se capturará de manera nativa en formato vertical, para optimizar la visualización de clips en teléfonos móviles y redes sociales.

Las cámaras 5G y las imágenes con resolución 8K UHD (cuatro veces el número de píxeles de un televisor 4K) con HDR (alto rango dinámico) de la transmisión oficial permitirán una calidad de imagen nunca antes vista en los deportes televisados. Es necesario aclarar que, en nuestros hogares, la calidad de visualización dependerá de varios factores, como la calidad de la conexión a internet, la infraestructura soportada por la empresa de cable o satélite y finalmente, la compatibilidad de nuestros televisores con estas tecnologías. De cualquier manera, incluso sin el equipo más avanzado, los espectadores notaremos una mejora apreciable en la calidad de las imágenes.

Esos Juegos Olímpicos también significarán el debut de una tecnología de repetición multicámara mejorada con Inteligencia Artificial, que revolucionará la forma en que se capturan y presentan las repeticiones de los momentos más importantes de cada competencia. Una serie de cámaras de alta definición capturarán simultáneamente la acción desde diversos ángulos y la IA analizará en tiempo real todas las secuencias de video, identificando los momentos más espectaculares. A continuación, el sistema seleccionará automáticamente los mejores ángulos y creará repeticiones en cámara superlenta, cambiando entre las diferentes perspectivas para ofrecer la vista más completa y emocionante de cada acción.

También se utilizarán lentes de cámaras cinematográficas, capaces de capturar tomas más artísticas y con mayor profundidad de campo. Además, se implementarán cámaras de 360 grados para proporcionar repeticiones volumétricas. Esto se traduce en un efecto similar al de la película Matrix, en el que la cámara parece girar alrededor del atleta mientras este se desplaza por el aire. El resultado es sencillamente espectacular y promete dejar a los espectadores boquiabiertos.

Durante París 2024 se generarán 11.000 horas de contenidos, de las cuales casi 4.000 serán eventos en directo

Como era de esperarse, la tecnología del momento tendrá un rol protagónico, ya que la Inteligencia Artificial se utilizará exhaustivamente durante los Juegos Olímpicos. Además de seleccionar los momentos más destacados de la acción deportiva y controlar cámaras robotizadas de manera autónoma, la IA analizará los acontecimientos en tiempo real para mostrar información clave en la pantalla, como parámetros del desempeño de los competidores, probabilidades de superar récords o acertar remates.

Esta innovación se apreciará notablemente a través del uso de realidad aumentada (RA) en las transmisiones. Los televidentes podremos acceder a toda esta información adicional superpuesta en nuestros televisores, incluyendo estadísticas en vivo, trayectorias de objetos (por ejemplo, en lanzamientos de jabalina o tiros al aro en partidos de basquet), e incluso recreaciones virtuales de eventos que ocurren simultáneamente. Más de una docena de disciplinas deportivas incorporarán indicaciones complementarias en tiempo real en la pantalla, desde métricas de rendimiento a datos de posicionamiento y más.

La IA también se utilizará para proteger a los deportistas participantes de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024 contra el ciberacoso en redes sociales. Algoritmos avanzados de inteligencia artificial supervisarán miles de cuentas en diversas plataformas, como X (anteriormente Twitter), Facebook, Instagram y TikTok, analizando publicaciones en 35 idiomas e identificando mensajes abusivos. Cuando se detecten insultos o agresiones, el sistema alertará a las empresas para que eliminen el contenido ofensivo, reduciendo así la probabilidad de que estos mensajes lleguen a los atletas. Esta medida busca proteger la salud mental y emocional de los deportistas, evitando que los comentarios hirientes o malintencionados puedan influir negativamente en su rendimiento físico.

Los Juegos Olímpicos solo duran dos semanas, pero detrás de ellos se encuentran años de planificaciones, pruebas e inversiones millonarias. El objetivo es garantizar que tanto sedes deportivas como la infraestructura general puedan asumir el enorme desafío que significa un evento de semejante magnitud. Para esto, el comité organizador recurrió al apoyo de otro avance tecnológico: los gemelos digitales.

Un gemelo digital es una réplica virtual exacta de un objeto físico (o un proceso o una serie de procesos), como una fábrica o un estadio. Estos gemelos digitales están conectados directamente a su contraparte real, de la que obtienen información a partir de una enorme cantidad de sensores conectados a la Internet de las Cosas (IOT), como LiDAR y cámaras de todo tipo. Un gemelo digital es mucho más que una simulación, es un entorno virtual completo y dinámico.

A través de realidad aumentada se mostrará información adicional en la pantalla

En el contexto de los Juegos Olímpicos, los gemelos digitales permiten al comité organizador anticipar y resolver problemas potenciales antes de que ocurran. Por ejemplo, pueden simular el flujo de multitudes en las instalaciones, optimizar el uso de energía, mejorar la seguridad y hasta predecir el desgaste de los equipamientos deportivos. Esta tecnología también facilita la coordinación entre diferentes equipos de trabajo, desde la logística y la planificación de simulacros de emergencia hasta la ubicación de las cámaras para la transmisión de los eventos.

Otras de las tecnologías implementadas para esta edición de los JJOO es un chatbot de IA desarrollado por Intel junto al Comité Olímpico Internacional (COI). Esta herramienta, integrada en la aplicación Athlete365, permitirá a los casi 11mil deportistas participantes utilizar sus teléfonos celulares para obtener información y asesoramiento, resolver dudas sobre reglas y procedimientos, e incluso ayudarlos a ubicarse y navegar por la Villa Olímpica de París. Este chatbot multilingüe ha sido alimentado con todos los manuales de procedimientos del COI y los reglamentos de las diferentes competencias deportivas, y no solo proporciona respuestas rápidas a preguntas comunes, sino que también puede ofrecer recomendaciones personalizadas basadas en el deporte y la nacionalidad del atleta.

emelos digitales, otra de la tecnología presente en los JJOO de París 2024

Sin embargo, la tecnología también está involucrada en uno de los aspectos más controvertidos de estos Juegos Olímpicos: la videovigilancia experimental masiva basada en inteligencia artificial y otras tecnologías de seguimiento. Existen preocupaciones reales y justificadas en cuanto a los riesgos de seguridad que presenta este acontecimiento deportivo, y el gobierno francés ha aprovechado este argumento para desplegar un dispositivo de seguimiento inédito a nivel mundial. Tal es así que el país tuvo que modificar sus leyes para poder implementar este nivel de vigilancia.

A las escuchas telefónicas, recopilación de conversaciones en chats y entrecruzamiento de datos de geolocalización, se suma el análisis de imágenes obtenidas mediante drones y cámaras de seguridad para el uso en videovigilancia algorítmica, una tecnología de vigilancia predictiva que intenta detectar y anticipar una serie de eventos predeterminados.

El presidente francés, Emmanuel Macron, revisa las cámaras de vigilancia durante los preparativos para los JJOO

Esto lo hace monitoreando multitudes en tiempo real para identificar comportamientos anómalos, como cambios en la actitud y el movimiento de una multitud, presencia o uso de armas, objetos abandonados, un cuerpo en el suelo, humo, llamas o incluso algunas infracciones de tránsito específicas. El propósito de estos sistemas de vigilancia es detectar en tiempo real situaciones potencialmente peligrosas o sospechosas, como un individuo abandonando un bolso en una zona concurrida, y alertar de inmediato al personal de seguridad.

El uso de esta tecnología podría mejorar la capacidad de respuesta de las fuerzas de seguridad y prevenir incidentes de manera efectiva, pero también es cierto que la recopilación de datos biométricos y el análisis del comportamiento humano en espacios públicos es un paso hacia la creación de un estado de vigilancia permanente. Esta situación resulta particularmente contradictoria en un país como Francia, miembro de la Unión Europea, donde el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) es considerado una de las leyes de privacidad de datos más estrictas del mundo. 

En preparación para los Juegos Olímpicos, el gobierno francés aprobó el Artículo 7, que permite el uso de tecnología de vigilancia experimental basada en IA. Aunque las leyes vigentes prohíben específicamente la tecnología de reconocimiento facial y su entrecruzamiento con otros datos personales, esta nueva disposición permite aislar e identificar a los individuos a partir de su forma de caminar y otras características físicas y patrones de comportamiento.

Manifestantes se expresan en contra de la videovigilancia masiva mediante IA durante los JJOO

Estas leyes permanecerán vigentes hasta marzo de 2025, varios meses después de la finalización de los Juegos Olímpicos. Paradójicamente, mientras Francia implementa estas medidas de vigilancia, la UE pretende estar a la vanguardia en el establecimiento de un marco regulatorio integral sobre las tecnologías de IA, buscando atenuar sus potenciales riesgos y usos nocivos, incluso aquellos relacionados con la vigilancia masiva.