La firma especializada en investigación y desarrollo de inteligencia artificial (IA) OpenAI, creadora de ChatGPT y otras aplicaciones, anunció este viernes que se transformará parcialmente en una empresa con fines de lucro con el objetivo de obtener más capital para desarrollar sus servicios.

En concreto, desde la compañía indicaron que en 2025 se convertirán en una Corporación de Beneficio Público (PBC), es decir, una entidad con fines de lucro que al mismo tiempo perseguirá una misión social y operará de manera sostenible, de acuerdo con lo indicado por la firma en un comunicado.

Mientras que la PBC dirigirá y controlará las operaciones y el negocio de OpenAI, habrá también una división sin ánimo de lucro con un equipo directivo propio que tendrá acciones en la empresa y llevará a cabo "iniciativas benéficas en sectores como la sanidad, la educación y la ciencia".

Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI.

 

Este cambio de estructura se vio motivado el año pasado a raíz de un episodio en el cual la junta directiva despidió al director ejecutivo de la compañía, Sam Altman, quien regresó a su puesto semanas después. Desde entonces, el empresario tecnológico lideró la iniciativa de hacer oficial una mutación para llevar tranquilidad a los inversores, entre los cuáles Microsoft se destaca como el mayor aportante de capital.

Según OpenAI, este modelo le permitirá equilibrar los intereses de los accionistas y el beneficio público a la hora de tomar decisiones, así como reunir el capital necesario para ampliar sus modelos de lenguaje. Otras grandes tecnológicas como Anthropic y xAI, que compiten directamente con la entidad, también operan bajo la categoría de PBC.

"Los cientos de miles de millones de dólares que las grandes empresas están invirtiendo ahora en el desarrollo de la IA demuestran lo que realmente se necesita para que OpenAI siga cumpliendo su misión. Necesitamos reunir más capital de lo que imaginábamos", enfatizaron desde la firma.

OpenAI fue fundada en 2015 como una empresa sin ánimo de lucro financiada por las donaciones en efectivo y de créditos de computación (entre ellos, 1,8 millones de dólares procedentes de Amazon y 50 millones o más de Azure y Google Cloud, según la compañía).

Pero, actualmente, esto supone una limitación para la compañía dado que "con el tiempo –explican–, se hizo evidente que la IA más avanzada utilizaría cada vez más recursos informáticos y que la ampliación de grandes modelos lingüísticos" requeriría "mucha más computación y, por tanto, mucho más capital".