A partir de una investigación del Memorial Sloan Kettering Cancer Center (MSK) de Nueva York (Estados Unidos), se conoció un enfoque experimental para tratar el cáncer de páncreas por medio de una vacuna terapéutica contra el cáncer basada en ARN mensajero (ARNm), llamada autogene cevumeran. La misma se encuentra demostrando gran potencial para estimular una respuesta inmune para reducir el riesgo de que la enfermedad regrese tras una cirugía.
En este aspecto, la fase 1 del ensayo clínico demostró que la vacuna candidata contra el cáncer activó células inmunitarias que lograron persistir en el cuerpo hasta tres años tras haber recibido tratamientos en ciertos pacientes. A su vez, una respuesta inmunitaria inducida por la vacuna es correlacionada a un riesgo reducido de que el cáncer reapareciera.
Autogene cevumeran
Esta vacuna de ARNm contra el cáncer se encuentra en investigación, bajo el código BNT122, RO7198457. Se desarrolló en colaboración entre BioNTech, una empresa de inmunoterapia, y Genentech, miembro del Grupo Roche.
Encontrándose en el ensayo clínico de fase 1, las vacunas se fabricaron para cada participante en función del perfil mutacional de su propio tumor. Las vacunas terapéuticas contra el cáncer basadas en ARNm tienen como objetivo que las células T (las inmunitarias especializadas en proteger al cuerpo de patógenos y cáncer) aprendan a reconocer proteínas que se encuentran exclusivamente en tumores pancreáticos, llamados neoantígenos. Se espera así que las células T se alerten, perciban a estas células como extrañas y así generen una protección desde el propio organismo.
Los resultados previos, publicados en Nature en mayo de 2023, dieron cuenta de que la vacuna fue bien tolerada y que activó las células inmunitarias en la mitad de los pacientes tratados. Asimismo y con una mediana de seguimiento de tres años, el equipo continúa hallando evidencias sólidas respecto de las respuestas de células T activadas por la vacuna.
A partir de los análisis de sangre de los pacientes del ensayo, se encontró que el 98% de las células T activadas específicamente por la vacuna no estaban presentes en los pacientes antes de la vacunación. Además, en 6 de cada 8 pacientes analizados, lo estaban el 80%.
Asimismo, las células T inducidas lograron persistir de dos a tres años tras la vacunación. Esta respuesta inmunitaria se asoció a una recurrencia atrasada, observándose una recaída durante el seguimiento en dos de los ocho pacientes con respuesta inmunitaria inducida por la vacuna. Por el contrario, el cáncer regresó en 7 de 8 pacientes cuyos sistemas inmunológicos no respondieron a la vacuna. Se encuentran investigando si las vacunas fueron las que provocaron el retraso en la recurrencia del cáncer.
Actualmente y comenzando la fase 2 (NCT05968326), se evaluará la eficacia y seguridad del cevumeran autógeno adyuvante en comparación al régimen de quimioterapia estándar actual (mFOLFIRINOX). El objetivo es reducir el riesgo de que el cáncer de páncreas regrese luego de extirparse el tumor de forma quirúrgica. Se están inscribiendo a 260 pacientes en todo el mundo para este ensayo.
Fuente: Europa Press.