La regla ABCDE es un difundido método de autoexploración que busca alertar en torno a posibles lunares que den cuenta de la presencia de cáncer en la piel. El nombre del método resume las cinco palabras que deben tomarse en cuenta para realizar esa autoobservación en torno a cada lunar que genere sospechas, más allá de la recomendada visita al especialista en dermatología que pueda profundizar la visión con los elementos precisos.

En este aspecto, al momento de observar y analizar los propios lunares, el método ABCDE recomienda hacer foco en su: asimetría, borde, color, diámetro y evolución.

La regla ABCDE (boticonsejos.es)

Método ABCDE

-Asimetría: El lunar no se observa igual en su totalidad, con segmentos diferentes entre sí.

-Bordes: Cambios en los bordes que incluso presentan irregularidades en su forma. Son bordes desiguales, irregulares, borrosos o dentados.

-Color: Los colores más peligrosos son los rojizos, blanquecinos y azulados sobre lesiones de color negro.

-Diámetro: Aumenta su tamaño a más de medio centímetro.

-Evolución: La percepción de algún cambio en general, ya sea en su tamaño, color o forma.

Luego de aplicado este método, si algún lunar despierta algún tipo de sospecha, será importante tomar una consulta con un especialista en dermatología que observe con mayor detenimiento éste y otros lunares que se tengan en el cuerpo. Asimismo, el especialista recomendará cada cuánto será pertinente tomar una consulta para una revisión general, sobre todo en aquellos lunares que, por su ubicación, dificulten la propia autoexploración.

No todo cambio es maligno

Si bien no todo cambio está vinculado a lesiones malignas, conviene prestar atención y consultar para descartar. Esto se debe a que un diagnóstico precoz es clave de cara a un posible tratamiento.

Por otra parte, la exposición de algunas zonas del cuerpo al sol también predispone a este tipo de modificaciones, por lo que es importante un control pre y post verano

Quienes ya se encuentran en tratamiento o finalizaron un tratamiento con quimioterapia, deben evitar la exposición al sol de modo directo ya que pueden producirse reacciones alérgicas. Los expertos extienden la recomendación a quienes reciben radioterapia ya que estos tratamientos "tienen un mecanismo muy parecido a la radiación solar", y se pueden potenciar los efectos tóxicos de la radioterapia.

Cuidarse del sol

Quienes ya finalizaron sus tratamientos hace tiempo, o la población en general, deben continuar utilizando protector solar incluso en el invierno. En verano, evitar las mayores horas de exposición solar, usar protección de factor elevado, hidratarse adecuadamente, no hacer ejercicios en momentos intensos de altas temperaturas y utilizar ropa holgada y fresca.

Por otra parte, cuidar extremadamente la salud infantil en este aspecto. "Hay estudios científicos que evidenciaron que los niños menores de cuatro años que toman sol de forma intensa y sin protección, tienen un riesgo mucho mayor de aparición de melanoma en la edad adulta. No hay que olvidar que la piel tiene memoria", concluyeron los expertos.

Fuente: Europa Press.