En pos de lograr una mejor calidad en la salud bucodental, la Sociedad Española de Periodoncia (Sepa) presentó, en colaboración con la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), un decálogo con diversas recomendaciones a poner en práctica.
Este recopilatorio de recomendaciones fue presentado recientemente en el Congreso de la Periodoncia y Salud Bucal (Sepa Bilbao´24), y fue revisado por el Grupo de Trabajo "Diabetes y Periodontitis de la Sociedad Española de Diabetes y la Sociedad Española de Periodoncia".
“Un equipo de salud dental debe incluir consejos dietéticos básicos a todos los pacientes, recomendando aumentar la ingesta de aceites de pescado, fibra, fruta y verdura y reducir los niveles de azúcares refinados. Esto beneficia la salud general y la salud periodontal”, subrayaron al momento de la presentación.
En este aspecto, resaltaron que una dieta desequilibrada influye negativamente tanto en las enfermedades bucodentales como en la salud general. Para prevenir y abordar adecuadamente estas complicaciones, los profesionales que han participado en el decálogo aconsejan adoptar una serie de medidas básicas en cuanto a la alimentación, resumidas en 10 pautas.
-Limitar azúcares libres: Se recomienda limitarlos al 5-10% de la ingesta total de energía, tal como señala la Organización Mundial de la Salud. Los azúcares libres están presentes en miel, jugos y concentrados de frutas. Los hidratos de carbono refinados son alimentos inductores de inflamación en el organismo y en la boca se asocian tanto con la caries como con la inflamación gingival.
Por el contrario, los carbohidratos complejos procedentes de frutas, verduras y frutos secos han demostrado ser saludables.
-Evitar las bebidas azucaradas: Incluyen refrescos carbonatados, no carbonatados, jugos de frutas o verduras, concentrados de líquidos y en polvo, agua con sabores, bebidas energéticas y deportivas, té y café listos para beber o leches con sabores. Todos estos alimentos son una fuente significativa de azúcares añadidos que desplazan a otros alimentos nutritivos y aumentan el riesgo de caries y enfermedades periodontales por el pH ácido que daña el esmalte dentario.
Por todo ello, es preferible consumir las frutas enteras en lugar de los jugos extraídos de estas y en el caso del café y té recomiendan los menos procesados.
-Limitar las grasas saturadas: Las grasas trans procedentes de productos ultraprocesados (como la panadería industrial), y las grasas saturadas procedentes de carne roja, leche entera, quesos, manteca o helados tienen la capacidad de inducir inflamación si se comen en exceso.
A diferencia de las grasas trans, las grasas sanas son macronutrientes esenciales para la salud tanto para la producción de energía como para la correcta absorción de vitaminas liposolubles y ácidos grasos esenciales. Una dieta rica en este tipo de grasas aumenta el estrés oxidativo, pudiendo alterar la respuesta inmune frente a las bacterias. Este tipo de grasas se encuentran en alimentos ricos en omega-3.
-Aumentar el consumo de Omega-3: El consumo de alimentos ricos en grasas mono y poli-insaturadas omega-3 es totalmente recomendable, ya que el Omega-3 es un ácido graso esencial que el organismo por sí mismo no produce y, por ende, debe ingerirse con la dieta. Se trata de un potente antiinflamatorio y tiene un efecto protector sobre los tejidos periodontales.
Según un estudio citado por el decálogo, puede ser que las personas que ingieren más omega-3 tienen menor predisposición a sufrir enfermedades periodontales. Estos ácidos grasos pueden hallarse, sobre todo, en el pescado azul (salmón, sardina, caballa, atún, etc), nueces, paltas y el aceite de oliva virgen extra.
-Consumir alimentos ricos en Vitamina C: Un 10% de las personas tienen un déficit de vitamina C, porcentaje que asciende al 30% en el caso de los fumadores según otro estudio citado por el decálogo. La vitamina C es esencial en la formación de colágeno y la respuesta inmune frente a las bacterias y el déficit de esta puede dar lugar a una periodontitis.
Los resultados de vitamina C parecen ser mejores si se ingiere a partir de frutas y vegetales que a través de suplementos.
-Mantener niveles adecuados minerales, calcio y fósforo: Minerales como el magnesio, el calcio y el fósforo son componentes estructurales de los dientes y del hueso que los sujeta. Deben ser absorbidos adecuadamente para evitar problemas en los dientes, como las caries, y también en las encías, como la periodontitis.
Aparte de la ingesta de lácteos, el calcio también lo podemos encontrar en otros alimentos como el pescado azul, almendras, avellanas, crustáceos y garbanzos, que además son ricos en magnesio.
-Comer frutas y verduras a diario: Las frutas y vegetales frescos son ricos en micronutrientes además de ser una fuente de antioxidantes. Cada ingrediente tiene una función distinta en los procesos metabólicos y fisiológicos del organismo, además de complementarse entre ellos. Por eso se recomienda una dieta rica y variada.
En el caso de la fruta se recomienda comerla entera para mantener la fibra que mejora su absorción. Respecto a la fruta con pH más ácido como es el caso de kiwis y cítricos, se recomienda retrasar una hora el cepillado de dientes para evitar que acentúe su sensibilidad
-Eliminar el tabaco y el alcohol: El abuso de estas sustancias provoca la pérdida de micronutrientes, lo que lleva a un aumento de la susceptibilidad a la inflamación y al estrés oxidativo. También incrementan el riesgo de cáncer oral, pero el consumo combinado de ambos multiplica el riesgo de sufrir cáncer por cinco, en relación con quienes solo fuman o beben alcohol según el decálogo.
Se recomienda encarecidamente el abandono del consumo de estas sustancias. Las personas fumadoras tienen un mayor riesgo de sufrir caries así como de contraer enfermedades periodontales y periimplantarias, además de responder peor al tratamiento de ambas patologías. El alcohol, al ser diurético, provoca deshidratación o sequedad bucal, que influye de manera nociva en multitud de problemas bucodentales.
-Beber más agua: El agua ayuda en la absorción de nutrientes y en la eliminación de desechos. Mantiene hidratadas a las personas, lo que es fundamental para prevenir el síndrome de boca seca, la cual aumenta el riesgo de alteraciones mucosas, de caries y de inflamación de las encías.
También un informe citado por el decálogo indica que el aumento de la ingesta de agua en los hombres mayores de 45 años reduce considerablemente el riesgo de sufrir periodontitis.
-Seguir una dieta de alta calidad: Un ejemplo es la dieta Mediterránea, caracterizada por el consumo de aceite de oliva virgen extra, frutas y hortalizas, frutos secos y pescado azul, acompañado de un consumo moderado de carne y productos lácteos. Otra opción es la dieta Atlántica, que prioriza alimentos como papas, pan integral, cereales integrales, frutos secos, legumbres, miel, pescado, crustáceos y lácteos. Ambas dietas se asocian con beneficios para la salud cuyos resultados mejoran cuando se combinan con el ejercicio físico y el mantenimiento del peso en niveles adecuados. Para ello es sumamente importante consultar con un especialista en nutrición que asesore en cómo implementar, si así lo considera, este régimen en cada persona.
Fuente: EFE.