La conferencia central de la Reunión Anual de la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva que se realizó en Filadelfia giró en torno al tema de la menopausia. “Es un lugar en el que se accede a escuchar experiencias mundiales actualizadas, se revisan conceptos, modelos, y protocolos, y creo que la elección del tema estuvo justificada por su importancia”, destacó el ginecólogo, especialista en Medicina Reproductiva, Carlos Morente.
- ¿Qué se dijo en la conferencia?
- Estuvo a cargo de uno de los profesionales que más ha estudiado los aspectos hormonales de la menopausia, como es Rogelio Lobo, un especialista de EEUU. La administración de hormona en la menopausia siempre ha sido un tema de discusión. Podemos decir que el tema está muy vinculado a la enseñanza de la medicina, ya que muchas veces los tratamientos médicos están sujetos a modas y la administración de hormona en la menopausia ha sufrido estos vaivenes. Durante una época, era considerada una falta no prescribirlas; incluso las pacientes nos las pedían. Luego se publicaron trabajos muy celebrados en los cuales se concluía que dar hormonas era condenar a la paciente a sufrir un cáncer. El doctor Lobo concluía que ni lo uno, ni lo otro. Este tratamiento produce beneficios evidentes en quienes está indicado. Como siempre, hay que saber seleccionar a la paciente que puede beneficiarse con el tratamiento hormonal.
- ¿Qué provocan las hormonas?
- El concepto que Rogelio Lobo quiso transmitir fue contundente: hace pocos años, la menopausia ocupaba gran parte de los temas a tratar y discutir; hoy, se lo reserva a una conferencia central.
Sin embargo, lo que los especialistas tenemos que entender es que las hormonas, en esa etapa de la mujer producen efectos beneficiosos a nivel óseo y a nivel cognitivo; ya que, en muchas mujeres, la menopausia hace que padezcan déficits que deben ser tratados en la manera y el tiempo adecuado. Lo que debemos evitar es indicar hormonas indiscriminadamente a toda mujer en su período de menopausia. Hoy disponemos de muchas herramientas y de muchas posibilidades para tratar a esa paciente en ese período de su vida, de acuerdo a lo que cada mujer necesite. Lo que quisiera transmitir es que las hormonas mejoran algunas sintomatologías en las mujeres que entran en menopausia. Lo que debemos hacer es identificar en ellas los factores de riesgos y estudiarlos, para asegurarnos la efectividad del tratamiento hormonal haciéndoles los controles necesarios y por el tiempo que se estime conveniente.
- ¿Debemos entender esta conclusión prestando atención a ese axioma que dice: “No hay enfermedad sino enfermos”?
- Sin duda que sí. La práctica médica también está sujeta a modas; en las que se estandarizan respuestas para atender a personas que son individuos con sus propias características y sus propias necesidades. Cada uno somos particulares y únicos; lo que nos debería hacer reflexionar sobre la decisión de tomar conductas generales. De este modo podemos equivocarnos al sobretratar a algunos y a subtratar a otros pacientes. Esto nos lleva a que decidamos hormonas sí, u hormonas no. Hoy ya hemos adquirido razones suficientes para realizar tratamientos a medida para cada persona.
- ¿Por otro lado la menopausia puede afectar a las mujeres a distintas edades?
- Sí, a tal punto que llamamos menopausia precoz a aquella que afecta a la mujer antes de los cuarenta años; menopausia temprana, cuando se da antes de los 45 años; mientras que lo que ocurre en la mayoría de los casos la menopausia irrumpe cuando se supera esa edad. En la menopausia precoz, la hormonoterapia es indicada con pocas dudas, salvo alguna excepción; ya que muchos órganos de esa paciente, van a sufrir deterioro si no recurrimos al tratamiento hormonal. Durante la menopausia temprana hay que ir evaluándolo. Después de los cincuenta años, cada mujer va a vivir su evolución individualmente frente a ese descenso hormonal, por lo que la decisión de prescribir será para cada caso.