Por primera vez, un estudio se centra en la presencia de metales y elementos afines en tampones de distintas marcas entendiendo que se trata de un producto utilizado por millones de personas en todo el mundo cada mes. Como resultado, se halló que pueden contener metales tóxicos como plomo (Pb), arsénico (As) y cadmio (Cd). La investigación fue realizada por científicos de la Universidad de California, Universidad de Columbia y la Universidad del Estado de Michigan (Estados Unidos) y publicada en Environment International.

Según los especialistas, los tampones son preocupantes como posible fuente de sustancias químicas como estas, debido a que la piel de la vagina tiene mayor capacidad de absorción que otras zonas del cuerpo. A su vez, entre el 50 y el 80% de quienes menstrúan suelen utilizar tampones durante varias horas al día.

Los hallazgos

Se evaluaron los niveles de 16 metales (arsénico, bario, calcio, cadmio, cobalto, cromo, cobre, hierro, manganeso, mercurio, níquel, plomo, selenio, estroncio, vanadio y zinc) en 30 tampones de 14 marcas diferentes. En total, analizaron 60 muestras.

Los productos se compraron entre septiembre de 2022 y marzo de 2023 en tiendas físicas de EE UU, de la Unión Europea y el Reino Unido, así como de dos grandes minoristas en línea. Las concentraciones de metales variaron según el lugar de compra, si eran de marca o genéricos, y si eran orgánicos o no. Respecto a esto último, las concentraciones de plomo eran más altas en los tampones no orgánicos, pero las de arsénico eran más elevadas en los tampones orgánicos.

Sin embargo, encontraron que los metales estaban presentes en todos los tipos de tampones. Ninguna categoría tenía de forma consistente concentraciones más bajas de todos o la mayoría de los metales.

"Con preocupación, encontramos concentraciones de todos los metales que analizamos, incluidos algunos tóxicos como el arsénico y el plomo", resaltaron, aunque, por el momento, se desconoce si estos metales pueden salirse de los tampones o ser absorbidos, o bien contribuir a algún efecto sobre la salud.  

Potenciales peligros de los metales

Se sabe que los metales pueden aumentar el riesgo de demencia, infertilidad, diabetes y cáncer. También, dañar el hígado, los riñones y el cerebro, así como los sistemas cardiovascular, nervioso y endocrino. Además, pueden perjudicar la salud materna y el desarrollo fetal.

"Aunque los metales tóxicos son ubicuos y estamos expuestos a niveles bajos en cualquier momento, nuestro estudio muestra claramente que los metales también están presentes en los productos menstruales, y que las mujeres podrían estar en mayor riesgo de exposición al usar estos productos", declararon.

Etiquetado, control y regulación

Estos elementos metálicos pueden llegar a los tampones de varias maneras. Por una parte, el algodón con el que están fabricados podría haber absorbido los metales del agua, el aire, el suelo, a través de un contaminante cercano (por ejemplo, si un campo de algodón estuviera cerca de una fundición de plomo).

Por otra, algunos pueden ser ser incorporados de forma intencional durante la fabricación como parte de un pigmento, blanqueador, agente antibacteriano, o algún otro proceso en la fábrica que produce los productos.

"Hemos revisado patentes que sugieren que algunos metales pueden añadirse intencionalmente como agentes antimicrobianos o para el control de olores", apuntaron.

En este aspecto, sostienen que debe exigirse a los fabricantes que analicen sus productos en busca de metales, especialmente de metales tóxicos. "Sería emocionante ver cómo el público reclama esto, o pide un mejor etiquetado en los tampones y otros productos menstruales", concluyeron.

Por el momento, no está claro si los metales detectados en este estudio contribuyen a algún efecto negativo sobre la salud. En futuras investigaciones se comprobará la cantidad que puede filtrarse desde los tampones y ser absorbida por el organismo, así como la presencia de otras sustancias químicas.

Fuente: SINC.