Una de las complicaciones de la diabetes es el llamado "pie diabético". Se trata, como su nombre lo indica, de una afección en el pie y su manifestación más evidente es la aparición de úlceras o heridas en el pie con poca tendencia a cicatrizar con riesgo de necesidad de amputaciones.
El pie diabético
Es la propia diabetes la que causa, sobre todo en extremidades o zonas más periféricas del organismo, una pérdida de sensibilidad (neuropatía) o una pérdida de aporte sanguíneo (isquemia). La aparición o combinación aislada de una de estas complicaciones hace que estas personas puedan tener úlceras o lesiones en los pies, explican desde la Unidad de Pie Diabético de la Universidad Complutense de Madrid.
Existen datos de prevalencia variables del pie diabético, ya que se asocia a un mal control de la enfermedad. Es decir, los expertos sostienen que ante un mal control de la diabetes aparecen complicaciones y, como se asocia a isquemia y neuropatía, se supone que el pie diabético se asocia a la prevalencia de estas complicaciones. El pie diabético puede afectar hasta en un 25% a personas con diabetes a lo largo de la vida.
Principales síntomas del pie diabético
El síndrome del pie diabético cuenta con un primer gran síntoma que es la neuropatía o pérdida de sensibilidad. Es decir, dejan de percibirse sensaciones en el pie, incluso al lastimarse pareciera no sentirse ninguna molestia. Por este motivo, es importante una revisión anual si se cuenta con diagnóstico de diabetes para lograr una detección del pie diabético antes de que la sintomatología aparezca.
Posteriormente y en caso de contar con una úlcera, el tratamiento va dirigido hacia el sobreapoyo ya que, al no tener sensibilidad, la gente se sigue apoyando encima de la úlcera y es importante quitar carga sobre la zona además de realizar la cura local.
Asimismo, resulta clave conocer si el paciente cuenta con buena vascularización del pie y al mismo le llega sangre de forma adecuada. Esto se debe a que la isquemia afecta entre el 50 y 70% de casos de pie diabético.
"El tratamiento en este caso pasa por la revascularización que, al igual que en una enfermedad coronaria, implica un cateterismo pero a nivel del pie para llevar más flujo sanguíneo a esta zona", explicaron. Y añadieron: "El tratamiento por lo general es combinado. Se descarga la úlcera, se hacen curaciones locales y, en caso de isquemia, se revasculariza".
Últimos avances
Existen nuevas técnicas para llevar oxígeno por fuera del transporte normal (la sangre a través de la hemoglobina) y se deposita en los tejidos.
"Una de las causas de estancamiento en la cicatrización de heridas es que no se cuenta con suficiente nivel de oxígeno y, por ende, el tejido no se nutre de manera adecuada", expresaron. Por ende, una de las nuevas terapias aporta de forma externa oxígeno tópico con diversas modalidades: sprays de hemoglobina, máquinas que llevan oxígeno a la úlcera, botas que provocan un ambiente de presión hiperbárico y aumentan oxígeno tópico a ese nivel. Todas ellas sirven para aumentar la cantidad de oxígeno en la úlcera y desatascarla, promoviendo una cicatrización.
A modo de conclusión, los expertos resaltan que las personas con diabetes y sus familiares deben estar concientes de que todos los que padecen esta enfermedad deben conocer el estado de salud de sus pies para prevenir las consecuencias del pie diabético. Curar las heridas es complejo y, como ya es conocido, las grandes complicaciones finalizan en amputaciones.
Fuente: Infosalus.