A través de un reciente estudio realizado por ISGlobal en colaboración con el Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP), ambas instituciones españolas, el 23% de personas infectadas con Covid entre 2021 y 2023 desarrollaron Covid persistente. Más de la mitad de ellas padecieron síntomas durante dos años. Los hallazgos se publicaron en BMC Medicine.

Covid persistente

Se denominá así a la manifestación de síntomas que persisten durante al menos tres meses tras haber superado la infección inicial por SARS-CoV-2. Entre los mismos, se encuentran síntomas respiratorios, neurológicos, digestivos o generales como fatiga y agotamiento.

“Un estudio de cohorte basado en la población nos permitió estimar mejor la magnitud de la covid prolongada e identificar factores de riesgo y protección”, explicaron los investigadores. El estudio siguió a 2.764 adultos de la cohorte COVICAT, basada en la población y diseñada para caracterizar el impacto de la pandemia en la salud de la población de Cataluña.

Subtipos

A raíz de los síntomas reportados por los participantes y sus historiales médicos, los investigadores identificaron tres subtipos clínicos de covid persistente. Se clasificaron según si los síntomas eran neurológicos y musculoesqueléticos, respiratorios, o graves e involucraban a múltiples órganos. Además, los investigadores determinaron que el 56% de las personas con covid persistente seguían presentando síntomas dos años después.

Factores de riesgo

Entre los mismos se encuentran el ser mujer, haber padecido una infección grave de Covid y, también, presentar una enfermedad crónica como asma. Asimismo, quienes padecen obesidad y niveles elevados de anticuerpos IgG antes de la vacunación, son más susceptibles a desarrollar Covid persistente.

Respecto de este último factor, los expertos sostienen que podría reflejar una hiperactivación del sistema inmunitario tras la infección inicial, lo que en algunos casos podría contribuir a la persistencia de los síntomas a largo plazo.

Factores de protección

Por otra parte, el análisis también identificó factores de protección que podrían reducir el riesgo de desarrollar la afección. Estos incluyen la vacunación antes de la infección y llevar un estilo de vida saludable, es decir, actividad física regular y un patrón de sueño adecuado. Además, el riesgo fue menor en personas que se infectaron después de que la variante ómicron se volviera dominante. Esto podría explicarse por la tendencia de las infecciones a ser más leves o por una mayor inmunidad general a la covid.

Establecer colaboraciones con otros países será clave para entender si estos hallazgos pueden extrapolarse a otras poblaciones”, concluyeron.

Fuente: SINC.