Si bien es una práctica que suele llevarse más a cabo durante el verano con la finalidad de dormir "más frescos", muchas veces por la rutina del día se opta por tomar un baño por la noche e ir a dormir con el cabello mojado o húmedo aún en invierno. Se trata de un hábito para nada recomendado por las y los expertos en dermatología.

En este aspecto, desde el Colegio Ibero-Latinoamericano de Dermatología (CILAD), indicaron que dormir con el pelo mojado conlleva diversas consecuencias para la salud capilar, y también para la salud en general. Una de las grandes preocupaciones se centra en el favorecimiento de la entrada de gotículas de agua en la cutícula, la capa que recubre la fibra capilar y que protege al cabello de las agresiones.

Un cabello más vulnerable

La alteración de la cutícula provoca que las fibras capilares se vuelvan más vulnerables a las radiaciones, los microorganismos y se dañe su capacidad de aislar y regular la temperatura del cuerpo. Sin la hidratación y lubricación de esa cutícula, el pelo reduce su brillo y se vuelve “más fino y quebradizo, lo que, además, conlleva inconvenientes estéticos nada deseables”.

Riesgo de infecciones

Por otra parte, también puede aumentar el riesgo de infecciones. Esto es debido a que el ambiente húmedo propicia el crecimiento y multiplicación de microorganismos, como sucede con el hongo malessezia. Este hongo puede aumentar la descamación, picor y dermatitis seborreica.

Además, se favorece la proliferación de la bacteria staphylococcus aureus, responsable de infecciones del cuero cabelludo. Por otra parte, la humedad y proliferación de distintos microorganismos puede causar mal olor al cuero cabelludo e incluso aumentar el riesgo de infecciones de las vías aéreas.

Consejos sobre el pelo mojado

Por todo ello, los expertos recomiendan irse a dormir con el pelo seco, no solo por mejorar la calidad del sueño, también para cuidar la salud al despertar. Por otra parte, recomiendan proteger la salud del pelo con el uso de una toalla de microfibra que absorba el exceso de agua sin dañar la cutícula del pelo y que éste se seque al aire parcialmente o usando un secador.

Además, en caso de optar por secar el cabello con el secador, los expertos recomiendan usarlo a temperatura baja o media para evitar que el pelo se dañe por el exceso de calor.

 

Fuente: EFE.