La mayoría de casos de dolores de espalda, sobre todo en la adolescencia, son funcionales. Es decir, se vinculan a contracturas, malas posturas y vida sedentaria. Expertos de la Sociedad Española de Columna Vertebral (GEER), a su vez, resaltaron que si existen dolores recurrentes en la infancia, lo cual es poco frecuente, se debe revisar que no exista algo más grave que una molestia postural.

Dolores de espalda en niños y adolescentes

"Los niños son muy flexibles y elásticos. Es raro que tengan un dolor de espalda continuado con el tiempo. En la adolescencia, sin embargo, sí pueden empezar a producirse más molestias de carácter mecánico por posiciones continuadas", sostuvieron.

Por otra parte, los niños se mueven continuamente, son más activos para jugar, y por ende van cambiando sus posturas. A diferencia de ellos, en la adolescencia y sobre todo en estos tiempos de excesiva pantalla, se mantienen posturas más estáticas durante más tiempo: "El resultado es que los músculos van perdiendo tono, se pueden contracturar y desarrollar molestias".

Las malas posturas y el poco accionar frente a las pantallas

Al estar en clases, si se encuentran mal sentados seguramente comenzarán a sentir molestias y cambiarán de posición. Sin embargo, este reflejo se pierde si hay una pantalla delante.

Con la pantalla la atención no se centra en las molestas sino, simplemente, en la propia pantalla, y hace que las posiciones mantenidas sean más prolongadas. Eso se ve, por ejemplo, cuando uno viaja en transporte público. Todo el mundo está usando el móvil y está absolutamente estático. En cambio, si leen un libro, se mueven más”, explicaron.

Es por esto que puede producirse el conocido "síndrome de cuello de texto", un trastorno muscular causado por una mala posición del cuello. El mismo se ve inclinado hacia delante durante un período largo de tiempo, lo que puede conllevar dolor y rigidez cervical.

El peso medio de la cabeza de un niño ronda los 2 kilogramos. Por cada dos centímetros que se incline hacia adelante, se multiplica por dos la presión ejercida sobre la columna cervical. Esta sociedad médica asegura que la edad a la que puede aparecer la dolencia se está adelantando a causa de los dispositivos.

Una buena higiene postural

El dolor de espalda en la adolescencia y “el síndrome de cuello de texto” no solo puede aparecer por el uso de los dispositivos, también por una mala postura al leer o estudiar en casa porque la posición es continuada y mirando hacia abajo. Por eso se recomienda el uso de pequeños atriles que levanten un poco el libro “para evitar la flexión forzada de la cabeza”.

Por otra parte, se aconseja no mantener la misma posición durante más de 30 minutos, sobre todo “cuando la cabeza está cayendo continuamente hacia abajo”. De esta forma, se relaja la musculatura, se evita la tensión y las contracturas.

Asimismo, combinar la lectura con algunas otras actividades como simplemente ponerse a escribir un texto, genera que se modifique la posición.

Otra recomendación es que la silla no esté tan alta como para tener que curvar el cuerpo hacia delante y que propicie que los codos puedan reposar en la mesa manteniendo la columna recta. Y, si se utiliza una computadora, es mejor hacer con una pantalla delante para no tener que mirar hacia abajo.

Finalmente, recomiendan la existencia de ejercicio físico: "No hay que obligar a uno en concreto, el que le guste al menor está bien. Lo importante es tonificar algo de músculos y vivir un momento de disfrute".

Acudir a consulta médica

Si el dolor continúa en el tiempo y con unas medidas básicas como la práctica de deporte, ya sea aeróbico o de flexibilidad, no desaparecen, es conveniente acudir al médico. “Si el dolor es continúo en el día, independientemente de la postura que el niño tenga, sufre dolor por la noche o a cualquier hora del día, entonces, en esos casos, hay que ir al pediatra. Y lo mismo si el dolor continúa en el tiempo y pasan varias semanas con un dolor continuo, es conveniente visitar a un especialista”, recomendaron.

Fuente: EFE.