A mayor tamaño de zonas verdes en la ciudades, mayor bienestar de la población. Esa es la conclusión de un investigación realizada por el Instituto Tecnológico de Karlsruhe alemán, que asegura que estos espacios también sirven para prevenir enfermedades mentales.
De acuerdo al estudio publicado en la revista científica “Nature Neuroscience” y reproducido por EFE, las personas que más se beneficiaron de estas zonas verdes tenían una actividad reducida en la corteza prefrontal dorsolateral. Esta región del cerebro tiene una función de control central en el procesamiento de emociones negativas y experiencias ambientales estresantes.
“Estos resultados sugieren que las áreas verdes son particularmente importantes para las personas con una capacidad reducida para la autorregulación de las emociones negativas. Esto significa que las áreas verdes distribuidas uniformemente en la ciudad podrían desarrollar un gran potencial para prevenir enfermedades psíquicas”, explicó Andreas Meyer-Lindenberg, uno de los responsables de la investigación.
Ya se había demostrado que quienes crecen y viven en la ciudad reaccionan de manera diferente al estrés que los residentes rurales, y tienen un riesgo mucho mayor de desarrollar depresiones, esquizofrenia y trastornos de ansiedad. Esto encendió una luz de alerta, teniendo en cuenta que según Naciones Unidas actualmente viven más personas en las ciudades que en las zonas rurales, y que se estima que en 2050 esta población representará más de dos tercios.
Para este estudio, se solicitó a jóvenes de entre 18 y 28 años que viven en urbes que evaluaran su estado de ánimo con teléfonos inteligentes especialmente equipados unas nueve veces al día durante una semana. Durante este período, los participantes continuaron con sus rutinas diarias normales. Posteriormente, se determinó la proporción de áreas verdes en su barrio a partir de fotografías aéreas de alta resolución y geoinformación.
Así se comprobó que quienes estaban rodeados de más áreas verdes en la ciudad resultaron tener mayor bienestar. Un segundo grupo fue evaluado de la misma manera, y luego se lo examinó por resonancia magnética funcional (fMRI), método que se utiliza para representar ciertas funciones cerebrales. También se recopilaron datos sobre las actividades físicas e información meteorológica. Con estos métodos se corroboró que la exposición a áreas verdes en las ciudades cambia directamente el bienestar de las personas.