Desde que se instaló como virus respiratorio, el coronavirus SARS-CoV-2 es el más frecuente entre las infecciones respiratorias de los pacientes que requieren hospitalización, y la mayoría de los internados por infecciones respiratorias tiene diagnóstico de Covid-19.
En ese marco, la primera vacuna contra el Covid-19 desarrollada íntegramente en Argentina, y que puede ser aplicada como dosis de refuerzo, en poco tiempo ya estará disponible en farmacias de todo el país.
En lo que marca un nuevo hito para la ciencia argentina, la Arvac fue creada y diseñada por científicos del Conicet, de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam) y de la Fundación Pablo Cassará (que produce y comercializa la vacuna). Y el Instituto de Ciencias Veterinarias del Litoral (Icivet de Conicet de Santa Fe) realizó, al inicio del desarrollo, un aporte clave como paso previo a los ensayos clínicos.
Aprobada por la Anmat, comienza su etapa de comercialización, pudiendo ser prescripta por médicos como dosis refuerzo contra las variantes circulantes del virus SARS-CoV-2.
A cuatro años del comienzo de la pandemia, este sigue siendo el virus respiratorio que más infecta a la población, según la Sociedad Argentina de Infectología (SADI). Por ejemplo, en 2023, los fallecidos por causas vinculadas al Covid-19 superaron en cinco veces a los de causas de otras gripes, según datos del Boletín Epidemiológico Nacional del Ministerio de Salud de la Nación.
En el proceso de investigación participaron más de 600 profesionales, y fue testeada en 2000 voluntarios. Y el pasado jueves 30 de mayo esta vacuna fue presentada en Buenos Aires, en el marco de una jornada destinada a médicos infectólogos sobre las características de la vacuna.
“Por más que uno ya esté vacunado, hay que dar un refuerzo para mantener alta la respuesta inmune y que el organismo reconozca las nuevas variantes de SARS-CoV-2”, explica Juliana Cassataro, directora del proyecto Arvac e investigadora del Conicet y de la Unsam.
“Con este proyecto se nos cumplió un sueño que teníamos, ya que pudimos ver cómo un desarrollo científico que comenzó en la mesada de nuestro laboratorio se convirtió en un medicamento que se transfiere a la sociedad para cuidar la salud de la población”, destacó.
A diferencia de las vacunas pandémicas de tecnología novedosa, “esta se basa en la misma tecnología que utilizamos en la empresa hace 30 años para desarrollar la vacuna AgB contra la Hepatitis B, que se aplica desde esa época en niños recién nacidos”, agregó.
Este tipo de vacunas, basadas en proteínas recombinantes, presentan muy baja reactogenicidad: es decir, lo que la gente percibe como efectos adversos más frecuentes. “Esta característica de Arvac, sumado a su estabilidad a temperatura de 2 a 8 °C, el registro definitivo de Anmat y su disponibilidad en farmacias, hacen que esta sea la vacuna ideal para esta nueva etapa de pospandemia”, afirma Jorge Cassará, director comercial del Laboratorio Pablo Cassará.
Cuál será el costo de la vacuna y la cobertura social
En cuanto a la cobertura, el Laboratorio Pablo Cassará aclara que “como el Estado aún tiene contratos vigentes de compra de las vacunas pandémicas, Arvac estará disponible inicialmente en el mercado privado a un precio de $23.000, y ya se realizan gestiones para que la seguridad social otorgue una cobertura significativa, especialmente para los grupos de riesgo, incluso antes de su incorporación en el calendario nacional de vacunación prevista para 2025”, destaca Ricardo Pesenti, presidente de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA).
Pesenti destacó que la Arvac se puede aplicar junto con la vacuna antigripal (influenza), y “su disponibilidad en farmacias facilita el acceso de la población a la vacunación, ya que las farmacias están distribuidas ampliamente en todo el país”
En la reunión de la Comisión Nacional de Inmunización (CoNaIn) del 11 de abril de este año, se recomendó la incorporación de la vacuna contra el Covid-19 al Calendario Nacional de Vacunación (CNV).
La presencia en farmacias de esta vacuna argentina se produce en un contexto en el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declara que a pesar del fin de la emergencia de salud pública por el Covid-19, esta patología sigue siendo una prioridad de salud pública global y recomienda una dosis de refuerzo para grupos de riesgo (personas con múltiples comorbilidades, inmunosuprimidas y otros casos) y también para personas mayores de 50 años.
Cómo y por quiénes fue creada la vacuna
El proceso de desarrollo de la vacuna ARVAC y la realización de los ensayos clínicos involucró una red público-privada con más de 600 científicos y profesionales de 18 instituciones del país. Los estudios preclínicos para desarrollar ARVAC fueron financiados por la Agencia Nacional de Promoción Científica (Agencia de I+D+i), mientras que el desarrollo y el escalado industrial del proceso biotecnológico bajo estándares de calidad GMP (buenas prácticas de manufactura) estuvieron a cargo del Laboratorio Cassará.
Los ensayos clínicos de Fases I, II y III, de los que participaron más de 2 mil voluntarios, revelaron que la vacuna ARVAC es segura y eficaz como refuerzo contra diferentes variantes del virus SARS-CoV-2. Fueron financiados por la Agencia I+D+i, el Ministerio de Ciencia y Tecnología y el Laboratorio Cassará.
“Los estudios clínicos han demostrado que la Arvac genera anticuerpos en más del 90 % de los vacunados. Con respecto a la seguridad, no se han observado eventos adversos serios, ni modificaciones de laboratorio de relevancia clínica, y sus efectos adversos locales y sistémicos son muy bajos”, asegura Roberto Gómez, director médico del Laboratorio Pablo Cassará y médico egresado de la UBA.
Qué pasa con las mutaciones del Coronavirus
Actualmente, el virus SARS-CoV-2 sigue mutando y muchas de estas mutaciones hacen que escape a la respuesta inmune que se ha generado por la vacuna.
Por eso, al igual que con el virus de la gripe, ha habido que adaptar la vacuna a nuevas variantes que están circulando, y es muy posible que haya que hacer lo mismo con la Arvac periódicamente o cuando aparezca una nueva variante de preocupación.
“Nuestra vacuna ya está adaptada y el laboratorio está preparado para nuevas adaptaciones si fueran necesarias. Estamos en contacto con los centros de vigilancia del virus y ni bien aparece una variante de preocupación que circule en nuestra región, comenzamos el proceso de incluirla en la vacuna”, explica Cassataro.
Y finalizó: “En cuatro meses sabemos que podremos tener el proceso de adaptación terminado. Hasta ahora se han producido siete variantes nuevas de la vacuna y en el mismo ensayo fase III se probaron tres ramas de vacuna con distintas variantes del virus en versión monovalente y bivalente. Así que estamos preparados”.
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