Este martes, 23 de abril, se celebra el Día Internacional del Libro y, con tal finalidad, es importante recordar que la lectura no es sólo beneficiosa desde el ocio y la curiosidad. En materia de salud, los libros funcionan como un excelente escudo protector ante diferentes patologías que puedan generar un deterioro cognitivo, y el Alzheimer es su ejemplo más concreto.

Desde la Fundación Ace Alzhéimer Center de Barcelona (España), difundieron un comunicado en donde resaltaron que la lectura "se trata de uno de los hábitos más beneficiosos para la salud, pues estimula la actividad cerebral y fortalece las conexiones neuronales".

Por este motivo, además de ralentizar cualquier tipo de deterioro cognitivo, también colabora con quienes ya padecen Alzheimer o patologías similares debido a que agudiza la capacidad cognitiva y memoria.

Los beneficios de la lectura

Por otra parte, los profesionales aconsejan fomentar el hábito de leer en voz alta, además de adaptar las lecturas a las necesidades e intereses de cada persona para que la actividad resulte atractiva e incluso colabore con la capacidad de recordar aspectos o emociones vitales de la propia existencia.

Son muchas las instituciones y fuentes científicas que respaldan la conexión positiva entre la lectura y la prevención y tratamiento del Alzheimer. Por ejemplo, en el análisis “El hábito de la lectura como factor protector de deterioro cognitivo” se incita a fomentar este hábito desde la infancia y mantenerlo a lo largo de toda la vida, ya que también reduce el estrés y contribuye a mejorar las rutinas de higiene del sueño cuando se practica antes de dormir. 

El cerebro necesita mantenerse activo y ser ejercitado, por ello la lectura contribuye a incrementar la propia reserva cognitiva. Esta reserva permite compensar y tolerar mejor los cambios ocasionados por determinadas patologías asociadas a la edad o enfermedades neurodivergentes como el Alzheimer. 

Más recomendaciones para prevenir la demencia

Además de la lectura, otros factores que incrementan la reserva cognitiva y protegen su deterioro son el nivel educacional, el estilo de vida y las actividades de ocio. Desde Ace Alzhéimer Center Barcelona se sugiere seguir estas cuatro pautas a modo preventivo:

-Seguir aprendiendo: conocer cosas nuevas favorece la plasticidad neuronal, la cual permite la adaptación a diferentes entornos. 

-Ser activos socialmente: ayuda a mantener la actividad cognitiva reforzando capacidades como el lenguaje, habilidades sociales o la memoria, además de mantener a las personas en un correcto estado de ánimo.

-Realizar actividades: aquellas que tienen una meta u objetivo definido, como pueden ser los juegos de mesa. 

-Romper la rutina: llevar una vida organizada disminuye el estrés, sin embargo, cuando se automatizan todas las actividades, se disminuye la activación cerebral. 

 

Fuente: EFE.