Esta colaboración es oportuna. La actual pandemia de COVID-19 afecta especialmente a las personas con enfermedades no transmisibles (ENT). El acuerdo se centra especialmente en la prevención de las ENT a través del deporte.
La actividad física ayuda a reducir la tensión arterial y el riesgo de hipertensión, enfermedades coronarias, accidentes cerebrovasculares, diabetes y diversos tipos de cáncer (incluidos el cáncer de mama y de colon).
Otras esferas abarcadas por esta alianza son la colaboración con los países anfitriones de los JJ.OO. para garantizar la salud de los atletas, los aficionados y los trabajadores de los juegos, así como para abordar los factores de riesgo de las ENT, en particular la calidad del agua y la contaminación del aire.
Las dos instituciones también trabajarán para velar por que los juegos dejen un legado saludable en los países anfitriones mediante una mayor concienciación sobre el valor del deporte y la actividad física.
Las dos organizaciones también se proponen colaborar para promover programas deportivos comunitarios y de base que tengan un mayor alcance entre el público en general, en particular entre las niñas, las personas de edad y las personas con discapacidad, que pueden tener más dificultades para mantenerse activas y saludables.
A nivel mundial, la OMS estima que uno de cada cuatro adultos no es lo suficientemente activo y que más del 80% de la población adolescente no es lo suficientemente activa físicamente.
La nueva alianza reunirá a los sectores del deporte y la salud a nivel internacional, regional y nacional para alcanzar el objetivo mundial de aumentar la actividad física en un 15%, como se establece en el Plan de acción mundial sobre la actividad física.