Un grupo de investigadores formados en una universidad santafesina lidera el proceso de investigación de una empresa de base tecnológica que trabaja en el desarrollo de fármacos innovadores para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas, con el propósito de detener de forma eficaz el avance de este tipo de patologías y mejorar la calidad de vida en los pacientes.
La startup en cuestión, BioSynaptica, fue incubada en la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional del Litoral, en la que se formaron tres de los socios fundadores: Milagros Bürgi, Matías Depetris y Marcos Oggero Eberhardt. También forma parte del equipo Ricardo Kratje, quien completó su doctorado en Bioquímica en la UBA.
Eberhardt, bioquímico y doctor en ciencias biológicas que lidera la investigación, comentó detalles sobre su trabajo para desarrollar un neurofármaco innovador a partir de derivados de la hormona eritropoyetina humana (hEPO), comúnmente utilizada para prevenir o tratar la anemia.
"Comenzamos con este proyecto en el año 2013. Surgió como un desprendimiento de nuestro laboratorio, porque ya teníamos mucha experiencia trabajando con la molécula hEPO, que en el mercado biofarmacéutico se aplica como una droga que es capaz de estimular la producción de glóbulos rojos a partir de médula ósea", dijo el investigador en diálogo con Punto Medio (Radio 2).
El objetivo del equipo de BioSynaptica es que su investigación derive en un nuevo tratamiento que beneficie a las millones de personas que padecen afecciones del sistema nervioso central, como Parkinson, Alzheimer o esclerosis múltiple.
Al respecto, el también investigador del Conicet aclaró que todavía se encuentran "en una etapa muy preliminar" de su desarrollo, en la que mantienen "la perspectiva de llegar a una posible terapia".
El descubrimiento de estos investigadores permitió identificar que, además de estimular la producción de glóbulos rojos, la molécula hEPO también tiene "una función generadora de actividad neurobiológica".
Sin embargo, Eberhardt apuntó que los estudios clínicos en los que se aplicó esta molécula demostraron que las "dos acciones simultáneas" –tratamiento de la anemia y estimulación neurobiológica– no son compatibles. "Dependiendo de cómo se use, puede ser o no beneficiosa", señaló en relación con la droga.
A partir de esa información, comenzaron a buscar la forma de "bloquear una de las acciones" y preservar los efectos de la otra. Es decir, generar "acciones disociadas". Para esto, comenzaron a realizar pruebas en retinopatías degenerativas, un tipo de afección que representa "más accesibilidad" teniendo en cuenta los recursos de los que disponían, pero a medida que avancen su idea es ampliar su investigación y abarcar otras enfermedades.
La experiencia de estos investigadores les aportó herramientas para trabajar con farmacocinética, el estudio de la "distribución de los fármacos en el organismo", un apartado clave que, combinado con la generación de moléculas con propiedades modificadas, les podría permitir arribar a su objetivo.
También han trabajado con "procesos biotecnológicos de generación y purificación de moléculas", mediante los cuales se controla la calidad de los productos, un punto "fundamental para garantizar las condiciones necesarias para llegar a pruebas clínicas en animales".
Su hallazgo les permitió obtener una patente en Israel, y al mismo tiempo esperan el avance de procesos de nacionalización de patentes en más de 20 países de Asia, Europa y América.
Avances condicionados por el financiamiento
Si bien han logrado dar pasos importantes en su investigación durante los últimos años, los investigadores de BioSynaptica necesitan de un mayor flujo de dinero para poder seguir con su proyecto. "Es un trabajo que lleva mucho tiempo, entre el diseño y la mesada –el trabajo en el laboratorio–. Lo que hicimos fue tomar diversas moléculas para caracterizarlas, nos quedamos con pocas de ellas y en este momento estamos estudiando dos, con el foco en una", describió bioquímico, y enfatizó en que sin financiamiento es difícil obtener resultados significativos. Ante la necesidad de conseguir capital, su equipo decidió crear la empresa "para que las inversiones llegaran directamente a BioSynaptica", puesto que desde el sector privado "no quieren contrataciones a través del Estado" porque –apuntó Eberhardt– "no resulta viable". Con respecto a la etapa inicial del proyecto, sí destacó que recibieron apoyo económico "a través de instrumentos estatales de lo que era el Ministerio de Ciencia y Tecnología, hoy Secretaría". A eso se le sumaron los aportes de la Aceleradora Litoral y "de un privado" que los ayudó "para la presentación de las patentes, que es algo sumamente costoso".