Junio es el Mes Internacional del Cuidado de la Fertilidad por iniciativa de la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM). Uno de los objetivos principales de la efeméride es la toma de conciencia sobre cómo cuidar de la capacidad de procrear, además de concientizar sobre planificación reproductiva en un contexto de decisión informada.
En la actualidad y con el acceso a distintos sitios web y perfiles especializados en redes sociales, existe mayor cantidad de información que circula en torno a la fertilidad y la reproducción asistida. Cada situación es única y, por ende, el abordaje debe ser interdisciplinario y personalizado de acuerdo a las necesidades de cada persona o pareja.
En tal sentido, el Centro Médico PROAR de Rosario con 28 años de trayectoria en la temática, busca ampliar las miradas y focalizar, sobre todo, en la prevención. Rosario3 dialogó al respecto con la ginecóloga Silvina Rinaldi, el ginecólogo Lisandro Legascue y la psicóloga Paula Morente.
Un enfoque interdisciplinario
“El foco principal de atención que tenemos en PROAR es la esterilidad y, para ello, existen muchos profesionales que trabajan en relación a la misma. Contamos con hematólogos, genetistas, especialistas en imágenes, biólogas, un equipo de psicología, entre otros, y trabajamos todos en equipo para lograr abordar cualquier problemática que represente un inconveniente para la fertilidad”, resaltó la Dra. Rinaldi.
A su vez, los cambios tecnológicos permitieron que los abordajes comiencen a ser más precisos e indicados para cada caso en particular, “comprendiendo que además hoy existen otras demandas que antes no había”.
Al respecto, el Dr. Legascue añadió: “En un comienzo se trataba la infertilidad como una patología, pero con los años eso ha ido cambiando. Los distintos departamentos y áreas especializados permiten brindar un abordaje multidisciplinario y atento a cada situación en particular”.
En cuanto al abordaje psicoemocional, la Ps. Morente explicó: “Nos encontramos con un cuerpo médico aggiornado y cada vez más abierto y dispuesto a los espacios de psicología. Es así que, al menos una vez, las y los pacientes que se encuentran en algún proceso dentro de PROAR tienen una entrevista en este marco para pensarlo de manera integral. No son tratamientos puramente biológicos y, de hecho, muchas veces las causas biológicas no son encontradas. A veces se trata de inconvenientes ligados a lo vincular, relacional, y por eso es importante este espacio también, sobre todo en tratamientos de alta complejidad o quienes necesitan donación de gametas”.
Atención hacia todas las demandas
Los cambios sociales y culturales aportaron a la amplitud de consultas para llegar a la procreación. “Ya no viene únicamente la pareja tradicionalmente infértil que no puede lograr un embarazo tras haberlo intentado por un tiempo. Vienen chicas solas, parejas igualitarias, personas trans, que necesitan sí o sí de una técnica de fertilidad asistida para lograr el objetivo común que es la procreación”, detalló el Dr. Legascue.
“Lo que se hace es una anamnesis, una historia clínica que cuente el recorrido de la historia familiar y de la pareja en caso de haberla, y se solicitan así estudios muy específicos de fertilidad. Una vez que arribamos a la causa, avanzamos con el tratamiento adecuado. Incluso se realizan interconsultas con otros profesionales como el andrólogo, urólogo, endocrinólogo, entre otros, en caso de ser necesario”, agregó la Dra. Rinaldi.
Por otra parte, también se trabaja en torno a la ovodonación, estudios de reserva ovárica, proyectos de gestación por sustitución e incluso preservación oncológica; situaciones que cada vez suelen conocerse más “por el boca en boca y por la información en redes sociales”, tal como describió el Dr. Legascue.
Hablar de prevención en fertilidad
En los últimos años y a raíz de los cambios tecnológicos, las consultas con las y los médicos permitieron acceder a nuevos estudios para, por ejemplo, chequear la reserva ovárica en mujeres jóvenes. “Esto permite saber si será necesario congelar óvulos o espermatozoides”, explicó la Dra. Rinaldi.
Los nuevos proyectos de vida muchas veces vienen ligados a desear una maternidad o una paternidad pero en forma tardía. “Sin embargo, el reloj biológico sigue corriendo como siempre y no se ajusta al tiempo social. Por eso es importante informarse sobre esos tiempos para realmente poder hacer algo”, describió la Ps. Morente.
En este aspecto, el Dr. Legascue anexó: “No hay que quedarse con las dudas. Es importante evaluarse y ahí se propondrá qué hacer en función de lo que los pacientes deseen y sea posible. Al contar con la información sobre su realidad, podrán decidir cómo abordar estas situaciones a futuro”.
Los profesionales recomendaron que estos chequeos puedan hacerse, sobre todo mujeres antes de los 30 o 35 años ya que, a partir de esa edad, explicó la Dra. Rinaldi, “comienza una disminución marcada en la cantidad y calidad de los óvulos”. Por ello, aconsejó: “Si se detecta baja reserva ovárica se pueden preservar sus óvulos en caso de desear postergar la maternidad. Este mismo estudio también se suele indicar si en la anamnesis nos damos cuenta de que la persona cuenta con familiares que dejaron de menstruar jóvenes”.
El Centro Médico PROAR se encuentra en Güemes 2349. Para más información, cuentan con su sitio web oficial (proar.com.ar), redes sociales (Instagram @centromedicoproar y @donarvidarosario y Facebook @proarcentromedico) y WhatsApp (341 329 1299).