La etapa constituida por un embarazo o gestación requiere de algunos cambios de hábitos que potencien la formación de un nuevo ser dentro del propio organismo, sin debilitar en exceso a quien se encuentra gestando. Si bien los viejos mitos hablan de "comer por dos", lo cual no es cierto, las y los expertos hacen hincapié en que el foco debe estar puesto principalmente en los nutrientes que brindan aquellos alimentos que se ingerirán.
Especialistas de España realizaron una serie de recomendaciones a partir de destacar que el embarazo es un período que se presenta acompañado de numerosos cambios fisiológicos, por lo que es fundamental atravesarlo adecuadamente incluso con lo que se ingiere. “Una alimentación adecuada y unas medidas correctas de higiene, así como la realización de actividad física, favorecen la salud de la madre y del futuro bebé”, afirmaron.
Lo que sí debe ingerirse:
De acuerdo a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), una alimentación saludable para quienes se encuentran gestando incluye:
-Beber entre 2 y 2,5 litros de agua al día (de 8 a 10 vasos).
-Moderar el consumo de sal, y no superar los 5 gramos al día (contando la sal añadida al cocinar y la incluida en los alimentos que se compran).
-Consumir al menos cinco raciones de frutas y de hortalizas al día, siempre peladas, lavadas o cocinadas; de esta forma, se cubren las necesidades de algunos nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y fibra.
-Priorizar las preparaciones saludables de los alimentos: cocción, al vapor o a la plancha, utilizando aceite de oliva virgen y evitando los fritos.
-Consumir principalmente, y siempre que sea posible, alimentos vegetales frescos, locales y de temporada, como frutas y verduras, cereales integrales, legumbres, pescados, frutos secos, aceite de oliva.
-Reducir la ingesta de carnes rojas y procesadas, así como de los productos de alto contenido en sal, grasa y azúcares añadidos.
-Comer pescado entre 3 y 4 veces por semana; priorizar el pescado azul, excepto el pez espada o el emperador, el atún rojo, por su riesgo de alto contenido en mercurio.
-Distribuir las comidas a lo largo del día de forma regular, teniendo en cuenta que el número total dependerá de las propias necesidades. Es importante la consulta con un especialista para diagramar entre las cuatro comidas básicas y las colaciones.
Qué no puede comer la persona embarazada
-No se debe consumir alcohol estando embarazada.
-Evitar la ingesta de alimentos crudos (leche, quesos frescos, pescado o carne) durante la gestación; así como de patés o de productos cárnicos curados, como el chorizo, el salchichón, el salame y el jamón curado, ya que hay riesgo de contraer toxoplasmosis.
-Los brotes crudos, como por ejemplo los de soja o de alfalfa también se desaconsejan, al mismo tiempo que no conviene ingerir huevos crudos o preparaciones elaboradas con huevo crudo como las mayonesas o salsas caseras.
-Evitar también los sándwiches preparados, y otros alimentos como los jugos que no estén recién exprimidos o las frutas envasadas, además de las bebidas azucaradas y las bebidas energéticas.
-En el caso del pescado, evitar el pescado crudo (tipo sushi, sashimi, ceviche, carpachos), así como del pescado ahumado refrigerado o marinado, como también de las ostras, o de las almejas o los mejillones crudos.
-Moderar el consumo de cafeína.
Al manipular alimentos:
A la hora de manipular y de cocinar los alimentos, tener en cuenta:
-Lavar y desinfectar las frutas, las verduras y las hierbas aromáticas crudas.
-Cocinar completamente la carne y el pescado; es importante fijarse en que el color del centro del producto cambie.
-Refrigerar las sobras de comida lo antes posible, no deben estar más de dos horas a temperatura ambiente.
La persona embarazada debe evitar comer ciertos alimentos y llevar a la práctica ciertas medidas de higiene para prevenir riesgos “poco frecuentes”, pero que pueden tener consecuencias indeseables tanto en la persona gestante como en el feto.
Asimismo, resaltan que el lavado de manos sigue siendo imprescindible, durante unos 20 segundos antes de comer o de manipular alimentos, pero también tras manipular carne, pescados, aves de corral, vegetales y frutas; asegurarse de que el frigorífico mantiene una temperatura correcta, por ejemplo, es otro de los consejos en este sentido.
Por todo ello, lo más recomendable es hacer un seguimiento con un especialista en nutrición que brindará toda la información necesaria para llevar adelante una adecuada ingesta de alimentos según las necesidades específicas de cada organismo, más allá de estas recomendaciones generales que pueden aplicarse a cualquier gestación.
Fuente: EFE.