A través de un nuevo trabajo desarrollado internacionalmente entre la Universidad de Wageningen (Países Bajos), Helsinki (Finlandia), Trento (Italia) y Pompeu Fabra (España), se encontró que existe una importante contribución de los padres a la composición de la microbiota de los recién nacidos. Es decir, los microorganismos que colonizan el intestino del bebé.
Además, el trabajo publicado en Cell Host & Microbe resalta que la transferencia de microbiota fecal materna (FMT) en bebés que nacieron por cesárea, puede ayudar a corregir alteraciones de la microbiota habituales en recién nacidos que no nacen por vía vaginal.
Casi la mitad de cepas presentes en el organismo de bebés proceden del intestino materno. Por ello, los investigadores plantearon la hipótesis de que otras personas, en estrecho contacto con el bebé, podrían contribuir a esa otra casi mitad. Esto proporciona una fuente estable de cepas microbianas asociadas a la buena salud.
“Este estudio aporta datos significativos sobre cómo se coloniza un recién nacido”, afirmaron los investigadores. Y añadieron: "El papel del padre puede ser pequeño, pero no hay que desestimarlo. Es probable que lo mismo ocurra con otras personas que tienen un contacto estrecho con el recién nacido".
La conexión entre el padre y la microbiota de su hijo
Esta conexión, dicen los investigadores, pone de relieve la importancia de estudiar otras contribuciones microbianas como las de hermanos, compañeros de guardería, entre otros seres humanos que rodean al bebé.
Esto se debe a que, en 2023, este mismo grupo demostró que existe una amplia transmisión del microbioma entre adultos en estrecho contacto social. Este año la confirmación se lleva a los recién nacidos que reciben su primera microbiota por parte de sus madres pero, así también, de otros individuos cercanos como los padres. "Esto es especialmente importante para los bebés nacidos por cesárea", explicaron.
Transferencia de microbiota fecal
Inspirado por su propia experiencia como padre, uno de los investigadores dedicó muchos años estudiando la microbiota de los bebés y cómo se coloniza su tracto gastrointestinal tras el nacimiento.
En octubre de 2020, él y sus colegas publicaron en Cell un estudio que confirmaba que exponer a los recién nacidos por cesárea a la microbiota de su madre, justo después del parto, era seguro y eficaz para dar a los bebés una composición microbiana más parecida a la de los bebés nacidos por vía vaginal. Los bebés recibieron una pequeña cantidad de la microbiota fecal de sus madres poco después de nacer.
Crear equilibrios saludables en los nacidos por cesárea
Este nuevo trabajo ofrece datos de seguimiento de ese estudio, así como nuevas investigaciones sobre la contribución de los padres a la composición microbiana de los bebés. Los autores afirman que, dado que los partos por cesárea representan actualmente una cuarta parte de los nacimientos en todo el mundo, debería prestarse más atención a la creación de un equilibrio saludable de la microbiota intestinal en estos bebés.
Los investigadores realizaron análisis metagenómicos de muestras fecales de recién nacidos y de sus padres. Buscaron la presencia de una amplia gama de cepas bacterianas a lo largo del tiempo. En el caso de los bebés que formaron parte del estudio anterior, confirmaron mediante análisis de seguimiento de hasta un año que el FTM materno reducía de forma significativa los niveles de cepas bacterianas potencialmente patógenas hasta un año después.
En el estudio más reciente, se compararon los microbiomas fecales de bebés (21 nacidos por cesárea y 52 por vía vaginal) de los que se tomaron muestras longitudinales durante un año con los de sus madres y padres. Descubrieron que muchas de las cepas encontradas en los bebés de 3 semanas, 3 meses y 12 meses procedían del padre, no de la madre. Entre ellas se identificó Bifidobacterium longum, una bacteria presente en el intestino humano que utiliza los oligosacáridos (un tipo de molécula) de la leche materna.
“Saber que el padre contribuye sustancialmente al microbioma en desarrollo del bebé subraya el importante papel de las interacciones físicas y sociales entre el recién nacido y su padre, así como con otros miembros de la familia”, afirmaron. Y concluyeron: “Esperamos que este estudio ayude a concienciar sobre esas importantes contribuciones”.
Fuente: SINC.