La diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica en la que el páncreas no produce suficiente insulina para controlar el nivel de glucosa (azúcar) en la sangre o el cuerpo no puede usarla de manera efectiva y puede provocar complicaciones para la salud a largo plazo si la persona no controla adecuadamente su enfermedad.
Esta medicación ya estaba disponible en Argentina para adultos y, más allá de la insulina y la metformina, la liraglutida es el primer tratamiento que obtiene la aprobación para uso pediátrico en diabetes tipo 2.
Aunque, históricamente, la diabetes tipo 2 era una enfermedad que se daba principalmente en adultos, la Organización Mundial de la Salud indica que es cada vez más frecuente en niños y adolescentes.
Este incremento está impulsado por la epidemia mundial de obesidad infantil, desencadenada entre otras causas por malos hábitos alimenticios y vida sedentaria y en Argentina, el exceso de peso está presente en el 13,6% de los menores de 5 años y en el 41,1% de quienes tienen entre 5 y 17 años.
"El tratamiento recomendado para la diabetes tipo 2 en pediatría es similar al de los adultos, con énfasis en un enfoque gradual que comienza con modificaciones en el estilo de vida, particularmente alimentación saludable y ejercicio físico,seguido por el uso de un tratamiento farmacológico único y luego -de ser necesario- por la combinación de dos medicamentos", dijo
la doctora Laura Pomares.
Pomares, quien es Médica de Planta del Servicio de Endocrinología y Diabetes del Hospital ‘Juan Pablo II’ de Corrientes, indicó además: "El objetivo es que el paciente logre y mantenga niveles adecuados de glucosa en sangre para prevenir complicaciones a largo plazo".
En tanto, señaló: "La liraglutida es un ‘análogo de incretina’, es decir, que actúa imitando el funcionamiento metabólico de esa hormona en el organismo, cuyo rol es estimular la liberación de insulina por el páncreas en respuesta a los alimentos. De esta manera, ayuda a controlar los niveles de
glucosa en sangre. Ya conocemos muy bien esta medicación, porque existe amplia evidencia y experiencia en adultos en los últimos 10 años".
Por su parte, la doctora Margarita Barrientos, endocrinóloga pediatra, expresó: "Para niños y adolescentes con diabetes es una muy buena noticia que se aprueben más alternativas terapéuticas con mecanismos de acción diferentes. Sin ninguna duda, es un avance que va a permitir que logremos un mejor control de la diabetes tipo 2 en este grupo de pacientes".