Es como conocemos de forma común la rinitis o alergia estacional. Si ésta te ataca de forma repetida durante la primavera, verano y primeros estadios del otoño, es la fiebre del heno.
Los síntomas, parecidos, por no decir iguales que la alergia normal, pero más fuertes, con mayor presencia, y duran toda la estación, con crisis que empeoran el estado cada vez que el elemento que causa la aparición de la alergia, tiene mayor presencia en el ambiente, según publicó el portal revistabuenasalud.es.
Durante la primavera, el verano y el principio del otoño, hay una presencia mayor de polen en el ambiente, y, cuando se respira y se introduce dentro de las fosas nasales de las personas con alergia, estas, fabrican la histamina, que es una sustancia química responsable de todos los síntomas que causan la enfermedad.
Síntomas de la fiebre del heno
Los síntomas de la fiebre del heno son muy variados, y a cada paciente le puede afectar de una u otra manera. Aunque los más comunes son:
- Estornudos.
- Sensación de picor en la nariz.
- Secreción nasal acuosa o rinorrea.
- Sentido del olfato.
- Problemas en los conductos auditivos, al estar conectados a la nariz, los oídos también tienen problemas, y aparecen sensación de tapón o congestión,
- Dolor de garganta, irritabilidad en la mucosa de la garganta y cuerdas vocales, a veces puede aparecer ronquera.
- Dolor de cabeza, sensación de fiebre, fatiga e irritabilidad que aparece por las molestias.
- Obstrucción nasal. Picazón y quemazón en los ojos.
Fuente: revistabuenasalud.es