El Home Office o Teletrabajo muestra ciertas comodidades por el hecho de estar en casa. Sin embargo, encontrarse en una misma postura durante tanto tiempo y utilizando mayormente elementos que no están aptos para estas cuestiones, hace que la postura se desmejore y brinde distintas consecuencias principalmente en la espalda.
Para ello, resulta imprescindible crear una serie de hábitos que detallaron distintos expertos en la temática. En primer lugar, resulta fundamental que, al sentarse, la cola se ubique lo más próxima al respaldo de la silla o asiento, para garantizar el apoyo de la zona lumbar, alineando cuello y cabeza. En tal sentido, es importante mantener los antebrazos paralelos al piso, con los hombros abiertos y relajados. A su vez, apoyar correctamente los pies en el piso.
En cuanto a los materiales de trabajo, se recomienda que el teclado se ubique a una altura que permita que los codos se encuentren relajados al costado del cuerpo, con los antebrazos paralelos al piso a 100° grados, según si la silla cuenta con apoyabrazos o no. Hay que evitar que los hombros se eleven o que la superficie de la mesa toque los muslos.
Por otra parte, resulta fundamental adquirir técnicas para tipear correctamente, reduciendo la tensión en el cuello sin la necesidad de mirar las teclas de manera constante.
Al momento de usar el mouse, los movimientos deben hacerse desde los hombros, con muñecas rectas y dedos relajados. A su vez, usar el dedo completo para hacer click y no sólo la yema.
En cuanto a la pantalla, debe tener el brillo y contraste ajustados, variando durante el día para adecuarse al ambiente en su totalidad. Como la visión tiene mucha influencia en la postura, se recomienda realizar un control oftalmológico anual.
Finalmente, es necesario realizar constantes cambios de postura, pararse y hacer algunos movimientos (pausas activas), elongar tronco, brazos, manos y muñecas al menos durante unos segundos, para contrarrestar la rigidez postural.