En diciembre del año pasado el Sanatorio Británico reinauguró su Unidad Coronaria, la cual dispone de 12 camas y todos los adelantos tecnológicos necesarios para atender a esos pacientes en los que se sospecha que pueden tener alguna enfermedad cardiológica, como suelen ser las enfermedades coronarias. “Nosotros, como muchas otras instituciones, disponemos para nuestros pacientes de una Unidad de Dolor de Pecho, que evalúa al paciente que requiere nuestra atención y nos lo deriva para que completemos esa evaluación, y podamos discernir si ese dolor de pecho es coronario o no lo es; y le indiquemos el tratamiento que le corresponde”, indicó Daniel Zanuttini, cardiólogo y angiólogo intervencionista e integrante del Instituto de Cardiología del San Británico.
“Ésta, entre otras, es una evidencia científica que nos demuestra que esta manera de proceder ha disminuido la mortalidad de una de las principales causas de muerte en el mundo, que es el infarto”, aseveró el especialista.
—¿Por qué ha tomado tanta importancia la llamada “muerte súbita”?
—Ya se ha demostrado que la enfermedad coronaria se manifiesta en el dolor de pecho, al que pueden acompañar palpitaciones y falta de aire. Cuando aparecen estos síntomas nos dan la oportunidad a los médicos de intervenir en tiempo y forma. Pero, el 30% de los pacientes que tienen enfermedad coronaria, carece de síntomas y debutan con el infarto y la muerte súbita.
—¿Qué recomiendan hacer ustedes?
—Los controles periódicos, la consulta al médico, independientemente de tener síntomas o no. Hay pacientes que tiene mayores riesgos, son los que tiene factores predisponentes, es decir sexo masculino, mayor de 45 años, o sexo femenino mayor de 55 años, debemos hacernos periódicamente evaluaciones cardiológicas profundas.
—Ustedes hablan de factores de riesgo, ¿cuáles son?
- Las personas de mediana edad que tienen diagnóstico de hipertensión arterial, o de diabetes; las personas sedentarias que no hacen una actividad física sistemática, quienes tienen sobrepeso y no siguen una dieta saludable; el colesterol alto, ni qué hablar de aquellas personas que fuman, o trabajan en exceso y no duermen las horas que nos corresponden y, además, sufren de estrés. Hay factores de riesgos que podemos modificar y cambiar por conductas más saludables. Justamente, ésta es la tarea más importante que los médicos tenemos en nuestros consultorios. Estos son temas de diálogo con el médico que debe ayudar al paciente, primero a identificar sus factores de riesgo y luego, a modificar aquellos factores que son modificables, sobre todo ponemos énfasis en los pacientes que suman tres o más factores de riesgo. Ésta es una de las grandes tareas en el área de la prevención primaria. Hoy, en Argentina, se producen 18000 muertes por infarto al año.