También disminuyó en un 75% el seguimiento pre y post operatorio de pacientes que iban a someterse a una cirugía de este tipo o que ya lo hicieron.
"Me llama la atención que a menudo se mencionan la diabetes y la hipertensión como los principales factores de riesgo vinculados con el Covid. ¿Pero por qué no se habla de la obesidad? A la obesidad se la ningunea", destacó Alberto Cormillot, médico especialista en nutrición y obesidad.
El especialista consideró que está muy arraigado que el problema de la obesidad es un tema estética, hay una serie de mitos que no ayudan. "La enfermedad se niega", reflexionó y añadió: "La obesidad es una enfermedad crónica, primero va inutilizando y luego va matando".
Una encuesta realizada por la SACO a 47 equipos de cirujanos, reveló que entre el 1 de abril y el 31 de mayo últimos se hicieron un 90% menos de cirugías bariátricas respecto de igual periodo del año anterior.
Entre los principales motivos de la reducción de procedimientos quirúrgicos para el tratamiento de la obesidad, los encuestados mencionaron la falta de autorización por parte de obras sociales y prepagas, la decisión del equipo de cirujanos y el miedo de los pacientes.
El relevamiento también reflejó una disminución de hasta el 75% de las consultas de primera vez y de las consultas de seguimiento en pacientes pre y post operados.
El descenso de las cirugías para personas que presentan problemas de obesidad
"se produjo a pesar de que el 89% de las instituciones donde operan los equipos encuestados fueron adaptadas para atender pacientes Covid positivos y pacientes No Covid", refirió la Saco.
Otro de los resultados indica que ninguno de los 121 pacientes operados en 2020 contrajeron el virus SARS-CoV-2.
"Se sabe que la obesidad aumenta los casos graves de Covid en los jóvenes, aumenta el riesgo de complicaciones por la enfermedad (3,40 veces más posibilidades) y también aumenta la tasa de mortalidad", enfatizó Pedro Martínez Duarte, presidente de la SACO.
El especialista destacó que "un reciente reporte demostró que la obesidad aumenta el peligro de infectarse con el coronavirus y prolonga el tiempo de eliminación del virus, es decir que los pacientes con obesidad y Covid-19 pueden contagiar por más tiempo, por lo que se sugiere un periodo más prolongado de aislamiento que los pacientes con normopeso".
En esa misma línea, Cormillot advirtió que "en aquellas personas que deben operarse porque ya tienen su diabetes descontrolada, o su presión, o ya no pueden moverse, o tienen que hacerse otra cirugía que exige un descenso de peso (de rodillas, de corazón o de columna), es un riesgo postergar el procedimiento porque se exponen a un agravamiento de las comorbilidades que presentan".