El presidente Alberto Fernández logró poner en marcha el Consejo Económico Social que había anunciado en diciembre de 2019 y que venía postergando por varios motivos. A la pandemia se agregó la negativa de Roberto Lavagna a presidirlo y las dificultades para darle estatus de ley como era la pretensión inicial. El debut estuvo bien nutrido de presencias, con Omar Perotti entre la representación de gobernadores. Servirá como caja de resonancia de las principales contradicciones que anidan en la sociedad y la economía argentinas, pero no debe darse por hecho que por sentar a todos a una mesa de diálogo los problemas de fondo empezarán a resolverse. La Argentina atomizada, desigual, incapaz de construir acuerdos, necesita que ese espacio sea productivo. El gobierno tiene el desafío de conducirlo hacia objetivos concretos y evitar que termine siendo una vidriera de buenas voluntades que se expresan en lo discursivo pero inocuas a la hora de ceder en los intereses sectoriales. En eso estaba el presidente cuando Horacio Verbitsky incineró al ministro de Salud. 

Ginés González García no fue cualquier ministro. Desde su asunción en 2002 puso en práctica políticas sanitarias inclusivas y orientadas a garantizar derechos, entre las que cuentan la ampliación del calendario obligatorio de vacunas que ejecutó su discípula y ahijada que ahora lo reemplazará. Desplegó políticas de procreación responsable y salud reproductiva y el Plan Remediar. Le devolvió capacidad de planificación al Estado argentino tras años de balcanización de la salud pública y un rol clave en las campañas de prevención de enfermedades. Y no por casualidad fue el ministro que el obispo Baseotto propuso tirar al mar con una piedra al cuello por instalar el debate sobre la interrupción voluntaria del embarazo, que 15 años después es ley. 

Pero también es el ministro que convalidó la reserva de un lote de vacunas para privilegiados que fueron inoculados fuera de la normativa y en momentos de escasés. Hay razones éticas y políticas que justifican la renuncia. En el primer caso es obvio que hay pedidos y presiones para conseguir vacunas, el asunto es cómo manejan los funcionarios esas situaciones. Con respecto a las razones políticas, el presidente entendió que debía cortar por lo sano antes que las esquirlas sigan dañando al gobierno. El ascenso de Vizzotti en su lugar es una continuidad absoluta del rumbo.

Al “entregar” a su ministro de Salud, el presidente busca encapsular el asunto y protegerse. Al margen de si tiene éxito, la decisión irradia hacia abajo, dejando una vara muy alta para el caso que se confirmen las innumerables versiones de manejos similares en las provincias.

El ministro de Gestión Pública negó las que involucraban a familiares del gobernador. Rosario3 chequeó otras versiones circulantes que también fueron desmentidas. Y más tarde el propio Perotti salió con los tapones de puntas a tachar esos rumores, que calificó de "acción difamatoria". Incluso se puso a disposición juntos a sus familiares para realizarse los análisis correspondientes. 



Resta aclarar si hubo municipios que recibieron partidas no asignadas en el protocolo oficial para aplicación discrecional. Cabe recordar que en la provincia hasta ahora sólo está autorizada la inoculación de personal de salud, a diferencia de Tucumán, Neuquén, Buenos Aires, CABA, entre otras, donde ya comenzaron a vacunar a mayores de 70 u 80 años o está abierto el registro para inscribirse.

Boleto Educativo Gratuito

El Boleto Educativo Gratuito fue, junto con la seguridad, la segunda gran promesa de campaña de Omar Perotti. El jueves lo puso en marcha en Rosario, la ciudad que más se verá beneficiada, por tener la principal comunidad educativa de la provincia y porque inyectará fondos al desfinanciado sistema de transporte urbano. Es una medida transformadora, que despeja barreras, amplia un derecho que estaba a medio camino. Su importancia es tal que cosechó el respaldo hasta de quienes no pudieron o no se animaron a implementarlo antes.



Sin embargo, Omar Perotti puede quejarse con razón de que en su gobierno las alegrías nunca son completas. Mientras se precalentaba el clima para el lanzamiento del BEG con bombos y platillos, el gol en contra lo volvió a hacer el ministro de Seguridad Marcelo Sain con su metralla tuitera. La emprendió contra periodistas de Rosario en términos indefendibles y el resultado fue previsible: durante las horas previas y posteriores al acto del BEG, medios y redes sociales hablaron tanto tiempo de Perotti y el Boleto como de Sain.


Qué pasó con las escuelas

Es oportuna la descripción que en los años 90 hizo un funcionario peronista sobre lo que implica gestionar la Educación en una provincia como Santa Fe: “Las políticas educativas son muy importantes, pero la complejidad de esto comienza con garantizar que todos los días a las 7 de la mañana, en cada escuela de cada barrio y pueblo, esté la persona que tiene que estar, o que de lo contrario haya alguien de reemplazo, para abrir la puerta, encender las luces y que las aulas estén en condiciones para recibir a alumnos y maestros”.

Parece una obviedad, pero esto es lo que no ocurrió el miércoles pasado. Puede pensarse que el gobierno se apresuró en fijar el 17 de febrero para el regreso cuando nadie le exigía esa fecha, y por lo tanto quedó entrampado en su propia decisión y muchas escuelas no abrieron las puertas. 



Sin embargo, pareciera que no se tuvieron en cuenta otras cuestiones organizacionales, como las licencias más extensas y las obras de acondicionamiento, adaptación a los protocolos de pandemia y limpieza de los establecimientos. Las escuelas estuvieron vacías y disponibles para hacer las obras durante la última parte de 2020, por lo cual hubo tiempo para planificarlas, licitar y ejecutar.

El colchón de Agosto

Además el gobierno tenía los recursos para hacerlo: los depósitos del sector público provincial al 31 de diciembre de 2020 alcanzaron el récord histórico de 58.862 millones de pesos, con el aguinaldo ya pagado. Un colchón fenomenal. Contrasta con lo que informó el periodista Mariano Galíndez en Rosario3: en los primeros 9 meses de 2020 Educación sólo había ejecutado el 9% de las partidas reservadas para gastos de capital.

La pandemia puede explicar una parte de semejante subejecución, pero los números hacen pensar que en Educación hay una gran déficit de gestión o la ministra no tiene suficiente fuerza para pelear los fondos con el Ministerio de Economía que comanda Walter Agosto. Algunas situaciones parecen una remake de las disputas intragabinete de hace 15 años.
Le esperan semanas agitadas a la conducción del Ministerio de Educación, que para peor de males tuvo fuera de juego a la propia ministra Adriana Cantero por covid, con internación incluida. No la pasó bien y aún está en recuperación. Por ese motivo el gobierno comunicará al Senado la imposibilidad de asistir a informar sobre el regreso cuidado a clases.

Probablemente otros funcionarios la reemplacen en la audiencia pública que por iniciativa de Rubén Giustiniani convocó la Cámara de Diputados el próximo miércoles. En el medio, está abierta la paritaria docente.