El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este viernes que ordenó matar al comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraní, Qasem Soleimaní, para "parar una guerra", no para comenzarla.
"Actuamos la pasada noche para parar una guerra. No actuamos para iniciar una guerra", dijo Trump, que compareció por sorpresa ante la prensa desde su club privado en Mar-a-Lago, en West Palm Beach (Florida).
"No buscamos un cambio de régimen. Sin embargo, las agresiones del régimen iraní en la región, incluido el uso de combatientes para desestabilizar a sus vecinos, debe terminar y debe terminar ahora", enfatizó el mandatario en su primera declaración televisada desde la muerte de Soleimaní.
A pesar de que sus palabras parecían buscar rebajar la tensión, Trump avisó de que está preparado para contestar e cualquier respuesta militar de la República Islámica.
"EE.UU. tiene de lejos el mejor ejército del mundo, tenemos la mejor inteligencia del mundo. Si los estadounidenses en cualquier lugar son amenazados, ya tenemos objetivos identificados. Y estoy listo y preparado para tomar cualquier acción que sea necesaria, y eso se refiere en particular a Irán", avisó.
Sin ofrecer ninguna prueba, Trump aseguró que Soleimaní estaba planeando "ataques inminentes y siniestros" contra militares y diplomáticos estadounidenses.
"Soleimaní hizo de la muerte de personas inocentes una pasión enfermiza, contribuyendo a complots terroristas tan lejos como en Nueva Delhi o Londres", afirmó Trump, que aseguró que el comandante iraní "había perpetrado actos de terror para desestabilizar Oriente Medio en los últimos 20 años".
"Lo que hicimos ayer debería haberse hecho hace mucho tiempo, muchas vidas se habrían salvado", remarcó, en una crítica velada a sus antecesores en la Casa Blanca.
Trump, además, responsabilizó a Soleimaní de la muerte el pasado 27 de diciembre de un contratista estadounidense en un ataque contra una base militar en Irak y aseguró que el comandante iraní también orquestó el asalto a la embajada de EE.UU. en Bagdad, que se produjo en respuesta a bombardeos estadounidenses en Siria e Irak.
El Pentágono anunció el jueves por la noche la muerte en un ataque con drones de Soleimaní en el aeropuerto internacional de Bagdad y lo justificó asegurando que el general iraní estaba desarrollando planes para atacar a los diplomáticos y miembros del servicio estadounidenses en Irak y en toda la región.
Irán ha prometido que tomará represalias y, en respuesta, EE.UU. designó hoy como terrorista a la Liga Verdadera, que es un grupo afiliado a la Fuerza Quds, destinada a las operaciones en el extranjero y que depende de la Guardia Revolucionaria de Irán, ya designado como grupo terrorista por Washington.
Además, según medios locales, el Pentágono tiene previsto enviar a Oriente Medio entre 3.000 y 3.500 soldados.
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