La fuerza libertaria podría llegar al Congreso de la Nación si Javier Milei mantiene el ímpetu del batacazo que dio este 16 de agosto en todo el país. En Santa Fe por el arrastre de la boleta, si repite la elección, podría colocar tres diputados de base de las diez bancas que la provincia renueva en este año. Una de las integrantes de esa lista, después de Romina Diez y Nicolás Mayoraz, es Rocío Bonacci, una mujer de 27 años, hija de José Bonacci, apoderado de Unite, quien alquila la estructura polìtica y legal a Milei y a muchos otros políticos.
En diálogo con Radiópolis (Radio 2), la joven se definió como una persona que intenta ocupar un lugar en la política pero por fuera del sistema imperante. “En la política no estoy metida, no es algo me gusta”, comenzó tras admitir que es hija de padres “ciento por ciento militantes”.
“Soy la voz de los jóvenes trabajadores como joven que trabaja y nadie le regala nada”, sostuvo y contó que es podóloga pero trabaja como manicura, entre 8 y 12 horas por día.
Consultada sobre la vinculación con La Libertad Avanza (LLA) y el espacio político que encabeza su padre, observó: “Hay coincidencias, los mismos valores, miramos todos para el mismo lado, más allá del sello político”, dijo y descartó que haya habido peleas o desencuentros con Milesi y su gente: “No estamos peleados, tengo buena relación con Romina (Diez), salimos a cenar, nos mensajeamos. Quizás yo no aparecí (en el bunker, el domingo pasado) pero es por mi personalidad, quien me conoce sabe que soy reservada, muy emocional pero no hubo peleas, no me gusta esas cosas”.
“Soy una piba de 27 años laburante y honesta, no estoy acostumbada a la difamación”, continuó y aseguró sentirse “capacitada” para ocupar una banca legislativa. “No somos polìticos, hacemos polìtica. Trabajo para ganarme la vida, represento a la gente como yo, gente que no nos enriquecemos con esto”, aclaró teniendo en cuenta que es hija de Bonacci.
“En mi casa siempre hubo política, mis viejos hace 30 años se conocen y son militantes, siempre estuve relacionada a la política”, consideró después. "Nunca me interesó hacer política como tal, necesitamos gente común que haga política", subrayó y sumó en relación a las problemáticas que trabajaría en caso de asumir : "Me interesa lo que es la seguridad, dejar de pagar impuestos absurdos. Mis ideas son esas, no pretendo seguir a la mayoría ni armar acuerdos que no me interesen".
A continuación, se le preguntó si su padre es el dueño de una imprenta que emite los sufragios y asintió. Días atrás, el diario La Nación informó que dio con documentos y testimonios que indican que un mismo grupo de personas crea sellos partidarios, los presta a terceros para que puedan anotarse como candidatos y gestiona el dinero estatal para la impresión de boletas, que nadie corrobora si se usó o no para ese fin. La trama incluye facturas a nombre de empresas que no existen o de firmas pertenecientes a los mismos apoderados. La nota menciona a Alejandro Bonacci y Ernesto Habra como los vinculados a más de 20 partidos que tienen cargos de responsabilidad asumidos a su nombre o de familiares y amigos. “Esas fuerzas políticas contrataron para imprimir las boletas a la planta DWP, en Rosario, cuyos dueños son el propio Bonacci y la esposa de Habra”, destaca el informe.
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