La directora de la Regional III del Ministerio de Educación santafesino, Romina Indelman, presentó este miércoles su renuncia, tras participar de una fiesta no autorizada en Rafaela por el Día del Amigo en un bar-restaurante. Y la ministra Adirana Cantero se la aceptó.  En el lugar había unas 300 personas y trascendió un video que causó un profundo malestar en el gobierno provincial.

Cantero aceptó la renucia de Indelman este miércoles. A la ahora ex directora de la Regional III se la vio en el video, en clara violación de los protocolos de seguridad sanitaria por el covid-19.

Sin embargo, la ex funcionaria aclaró que no participó de la fiesta y renegó del rótulo de “clandestina”.  En contacto con LT28 de Rafaela, explicó que fue con otras cinco amigas docentes a la confitería –que estaba habilitada para funcionar hasta las 2 de la mañana– para celebrar el Día del Amigo con reserva previa como dicta el protocolo y que estuvo casi toda la noche en la parte de arriba donde había otra música, hasta que en un momento dado bajaron y pidieron la cuenta.

“Ahí es donde aparece el video que estamos paradas alrededor de la mesa, que estamos bailando, con el mismo grupo de chicas con las que estuvimos compartiendo toda la noche”, señaló.

“Nunca hubo una fiesta clandestina”, aseveró pero admitió “Cometí un error de estar ahí, de no haber tenido los cuidados, reconozco haberme equivocado. Debería haberme quedado sentada en la mesa. No debería haber sucedido”.

El bar en cuestión es un establecimiento muy conocido del centro de Rafaela, sobre avenida Santa Fe. Ese lunes, el municipio constató que había una ocupación mayor al 50% de la capacidad del local –era prácticamente del 100%–, ninguno de los asistentes llevaba tapabocas y el distanciamiento era nulo. A tal punto que se divulgó un video donde se ve a varias personas haciendo el tradicional trencito.

“Esto puede traer consecuencias gravísimas”

 

Por su parte, el juez de Faltas de la Tercera Nominación, Rubén Pavetti, también matizó la “clandestinidad” del encuentro ya que se trataba de un bar habilitado para funcionar como tal, pero fue sumamente contundente a la hora de señalar “una serie de irregularidades e impunidad increíbles”.

 “Clandestino no porque es un lugar conocido, habilitado como bar, pero no para la actividad que desarrollaron, le llamaría más  «fiesta no autorizada»”, advirtió en contacto con el programa A diario (Radio 2).

Pavetti señaló una profunda decepción frente a los titulares del bar porque el municipio concedió extender excepcionalmente el horario de funcionamiento por el Día del Amigo, pero no semejante festejo donde no se respetaron los protocolos y hasta se contrató un DJ, todo, en aparente acuerdo y planificación previa con los propios dueños del lugar.

Nos sentimos defraudados como administración (municipal) teníamos todo controlado y esto nos da una sensación complicada porque ¿qué puede pasar dentro de 14 días? Esto puede traer consecuencias gravísimas”, anticipó Pavetti.