Este martes Hernán Lacunza asumirá oficialmente el ministerio de Hacienda, con la difícil tarea de estabilizar la situación económica luego de una devaluación del 21% y una primera y dura derrota electoral del oficialismo que busca la reelección de Mauricio Macri en octubre.
Según publicó La Nación, Lacunza siempre tuvo dos aspiraciones profesionales: ser ministro de Economía de la Nación –desde 2015 es ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires– o presidente del Banco Central. Este martes cumplirá oficialmente una.
Tras la salida de NIcolás Dujovne, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal recomendó su nombre a Macri y el fin de semana Lacunza, que estaba de vacaciones con su familia en Neuquén, regresó a Buenos Aires para armar el equipo y prepararse para la reunión que tuvo este lunes en la quinta Los Abrojos.
Lacunza nació en la Ciudad de Buenos Aires, tiene 50 años, está casado y tiene dos hijos. Estudió economía en la Universidad de Buenos Aires (UBA) e hizo su posgrado en la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT). Su función en el sector público comenzó como director del Centro de Economía Internacional, un think tank de la Cancillería dedicado al diseño de la estrategia de inserción internacional y de promoción comercial de la Argentina, en el cual estuvo entre 2002 y principios de 2005.
Luego asumió como gerente general y economista jefe del Banco Central entre 2005 y 2010, cuando Martín Redrado era presidente. De hecho, ambos economistas se conocían de la consultora Fundación Capital, de la cual Redrado es fundador, y eran parte del equipo económico de Sergio Massa.
A partir de 2010, Lacunza se desempeñó como director de Empiria Consultores, hasta que en diciembre de 2013, Mauricio Macri, como jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, lo convocó para ocupar el puesto de gerente general en el Banco Ciudad, en el cual Rogelio Frigerio, actual ministro del Interior, era presidente. Con la victoria de Vidal en Buenos Aires, en diciembre de 2015, Lacunza pasó a ser el ministro de Economía bonaerense.
La gestión de Lacunza en Buenos Aires
Bajo la administración de Lacunza, la Provincia de Buenos Aires tuvo tres años consecutivos de superávit primario, la diferencia que sale de comparar ingresos y gastos corrientes. El año pasado, el balance cerró con un resultado positivo de $11.000 millones y para este año se espera un nuevo superávit. Gran parte se logró tras reducir la cantidad de empleados públicos, luego de no renovar contratos y ofrecer retiros voluntarios, y, como el resto de las provincias, luego de licuar gastos con la aceleración de la inflación.
Sin embargo, cuando se mide el resultado total de la provincia, que incluye el pago de los intereses de la deuda, hay un déficit de $22.500 millones. Para este año se estima que el número en rojo ascienda a $40.000 millones.