Confirmada su salida del Ministerio de Defensa –a pedido del propio presidente Alberto Fernández para que pudiese dedicarse a su campaña en Santa Fe–, el precandidato a senador nacional, Agustín Rossi, tiró (aún más) leña al fuego. Y opinó que el mismísimo gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, que también es precandidato, pero suplente, se tome licencia como él. ¿Deben funcionarios o representantes en ejercicio de sus mandatos dejar sus cargos para hacer campaña?
“No hay ninguna obligación constitucional o legal para que alguien renuncie (a su cargo si es candidato a otro)”, zanjó la cuestión el abogado constitucionalista Domingo Rondina, consultado por el programa A Diario, que conduce Alberto Lotuf por Radio 2.
Queda todo, entonces, supeditado a una cuestión ética y personalísima. “Todos los candidatos deben dejar sus cargos, es una regla ética que quiero preservar”, había argumentado Fernández desde Perú sobre las salidas de Rossi del ministerio de Defensa; de Victoria Tolosa Paz, del Consejo de Políticas Sociales; y de Daniel Arroyo, del Desarrollo Social.
Quizás enojado por esta situación Rossi pidió misma actitud al gobernador santafesino, pero –llamó la atención Rondina– este caso es diferente porque la de Perotti es claramente una candidatura testimonial, al ser suplente del precandidato Marcelo Lewandoski. Perotti sólo podría tomar su lugar si Lewandoski, electo, abonadona banca y eso podría ocurrir incluso cuando el gobernador ya no ocupe la Casa Gris.
También diferente es el caso de la vicegobernadora Alejandra Rodenas, que sí es precandidata titular al Senado nacional, después de Rossi.
No es infrecuente que funcionarios o representantes en mandato hagan campaña para renovar sus bancas o saltar a otro Poder del Estado. Resulta chocante, reconoció Rondina, cuando el salto no es para arriba: cuando una autoridad electa de alto nivel, como un gobernador, encabeza una lista para un cargo inferior. Y recordó la candidatura testimonial de Daniel Scioli cuando era gobernador bonaerense en las legislativas de 2009.
Pero ni Scioli en aquel entonces, ni Rossi, ni Perotti ni Rodenas ahora son las únicas autoridades en ejercicio y en campaña.
Desde Santa Fe capital, la periodista Ivana Fuz contó 14 diputados y cuatro senadores provinciales que también son candidatos de distintos partidos políticos. El senador departamental Lewandoski y el diputado provincial Oscar Cachi Martínez; uno por el perottismo, el otro por el rossimo.
En Rosario, está el caso del concejal Eduardo Toniolli que ahora figura también en la lista de precandidatos de diputados nacionales por el rossismo.
Estas “dobles pertenencias” también ocurren entre los funcionarios y los precandidatos del propio Perotti. El secretario de Comunas, Carlos Kaufmann, ocupa un lugar en la lista para Diputados nacionales, aunque reconoció que se trata de una candidatura más testimonial que con chances electorales.
En cambio, el ministro de Trabajo, Juan Manuel Pusineri, ya le pidió la licencia al secretario de Coordinación y Gestión de su ministerio, Juan González Utges, que ahora busca irse al Congreso con Rossi.