En los últimos días de 2024 nos queda despedirnos de un año que fue bastante intenso para el mundo aunque también para Argentina. Aquí se está viviendo el intento de consolidación de poder de Javier Milei quien busca implantar un país con un Estado mínimo. En tanto, el pulso global estuvo marcado principalmente por las elecciones en Estados Unidos, la guerra en Ucrania y el conflicto de Israel con Medio Oriente. Aunque también otros hechos tuvieron relevancia. Estos nos permiten divisar hacia dónde se dirgirá, más o menos, 2025. 

El inicio de este año estuvo marcado, en febrero, por la dudosa muerte del opositor ruso Alexei Navalny durante su estadía en una remota cárcel en Siberia. Fue el último de una larga lista de rivales a Putin fallecidos en circunstancias extrañas. Al mes siguiente se dieron las elecciones presidenciales –sin oposición real– donde el jefe de Estado de la federación fue elegido para un quinto mandato con más del 87 por ciento de votos. El “nuevo Zar”  de Rusia se mantiene en el poder desde el último día de 1999 y tiene asegurado su lugar hasta 2030.

Alexei Navalny, el opositor al gobierno del presidente de Rusia, Vladimir Putin, murió en la prisión IK-3 de Jarp en la zona del ártico ruso.

Esto le otorga la estabilidad deseada para continuar con la economía de guerra que comenzó a implementar luego de las sanciones económicas de Occidente. El mandatario ha advertido que si la Otan pone un pie en Ucrania, “nos colocará a un paso de una Tercera Guerra Mundial a gran escala”. En junio, Vladimir Putin viajó a Corea del Norte y se reunió con Kim Jong-un en una visita que duró un par de días. Firmaron un “acuerdo de defensa mutua en caso de agresión”. Su relación exaspera a Occidente porque refuerza el poder de dos países con gobernantes rebeldes e impredecibles. 

En abril la India llevó a cabo sus elecciones. Fueron los sufragios democráticos más grandes del mundo y el país estuvo votando por 44 días. El Primer Ministro Narendra Modi fue electo por tercera vez consecutiva. Éste gobierna el país desde el 2014 y lo hará hasta 2029. Aunque distintas ONG's denuncian un deterioro democrático en los últimos años con persecución a opositores. Sin embargo, su administración ha tenido logros asombrosos. Hace sólo una década, India era la décima economía del mundo. Actualmente es la quinta. 

El presidente ruso, Vladímir Putin y el líder del régimen comunista, Kim Jong-Un, en una imagen de archivo. (Efe)

Por su tamaño y el rol global que el país ha sabido construir en términos económicos y geopolíticos, es probable que India se convierta en las próximas décadas en el principal contribuidor al crecimiento global, superando incluso a China, que dispone de características fundamentales como tener una economía diversificada y en rápido crecimiento, una mano de obra numerosa y cualificada. Alrededor del 65 por ciento de la población india es menor de 35 años. Una de las promesas de Modi es convertir a su país en una nación desarrollada para 2047, cuando se cumplen cien años de su independencia. 

En relación al conflicto en Medio Oriente, el gobierno de Netanyahu dió el batacazo en septiembre con la explosión de decenas de beepers y walkie-talkies en Libano y Siria. A lo que se sumó el asesinato de los máximos líderes de Hamás y Hezbollah. El éxito de las misiones elevó la posición de Israel y dejó humillados y debilitados a los movimientos islamistas. Aunque el revés para el líder israelí se dio en el plano de la justicia. La Corte Penal Internacional emitió una órden de arresto en contra Netanyahu y su ex ministro de defensa. 

La corte los acusa de crímenes de guerra y contra la humanidad, sostiene que Israel “ha privado intencional y sistemáticamente a la población civil en todas partes de Gaza de objetos indispensables para la supervivencia humana” al cerrar los cruces fronterizos hacia el territorio y restringir suministros esenciales, incluidos alimentos y medicinas. Es Netanyahu el primer dirigente aliado de Occidente con orden de captura internacional. Esto le impide viajar a la mayoría de los países del mundo, lo ubica en las mismas condiciones que Vladimir Putin y pone a prueba el compromiso occidental con el derecho internacional.

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu en su visita a la base militar de Golani, junto a la norteña ciudad de Haifa. (Efe)

La elección en junio en México, de Claudia Sheinbaum como la primera presidenta mujer, fue un hecho histórico. Ganó por Morena, el partido que construyó con su antecesor Andrés Manuel López Obrador, con casi el 60 por ciento de los votos. Durante los últimos años, México se ha convertido en uno de los 10 países con mayor PBI del mundo ayudado principalmente por dos factores. Uno, el traslado de empresas norteamericanas de China hacia México, que llevó al país a máximos históricos en inversión extranjera directa. Y también, gracias al turismo que viene creciendo a un ritmo asombroso. 

Otro de los hechos que marcaron este 2024 fueron las elecciones de Venezuela del 28 de julio. Pese a no publicar las actas de escrutinio con los resultados detallados, el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó como ganador a Nicolás Maduro. En tanto la oposición, liderada por Maria Corina Machado y Edmundo González Urrutia, anunció que había logrado reunir el 73.2 por ciento de las actas que no publicó el organismo público. En éstas, el resultado le otorga a González Urrutia 6.25 millones de votos frente a 2.28 millones de sufragios de Maduro. Aunque el mandatario está aferrado al poder como un rey que no quiere ceder su corona.

Este 10 de enero de 2025, día de asunción del presidente electo, será una fecha de probable conflictividad. Ambos bandos se disputan la ceremonia de investidura. Por un lado, el madurismo ya empezó a movilizar a las bases y llamó a sus seguidores a ocupar diez avenidas de Caracas desde el 2 de enero. En tanto, González Urrutia expresó desde España que formará un Ejecutivo en Caracas “Estaré en Venezuela el 10 de enero para tomar posesión. No presidiré un gobierno en el exilio”. La pregunta es ¿cómo lo hará si el control de los poderes del Estado los tiene Maduro? ¿Cometerá el mismo error que Juan Guaidó?

Maduro pide "respeto a la voluntad popular" tras ser proclamado presidente reelecto. (Efe)

Para Estados Unidos, este fue un año donde las elecciones presidenciales estuvieron a la par de una serie de Netflix. A la interna demócrata de un Joe Biden que no quería renunciar y la carrera contrarreloj de Kamala Harris para posicionarse, se le sumaron dos atentados contra Donald Trump, uno de los cuales estuvo a centímetros de quitarle la vida. Finalmente, el republicano logró ganar el mayor cargo político del país, triunfando en los siete estados péndulo y por el voto popular.  Éste asumirá el 20 de enero de 2025 y hay muchas cosas que están por verse. 

Sus primeras promesas fueron: imponer aranceles a las importaciones de China, México y Canadá, llevar a cabo deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados, terminar con la guerra en Ucrania, recortar las regulaciones climáticas y liberar a manifestantes que intentaron tomar el capitolio el 6 de enero de 2021. Habrá que ver si las cumplirá. Aunque estas últimas semanas, Trump amenazó con apoderarse del Canal de Panamá y de Groenlandia. Hechos que responden a cuestiones meramente geopolíticas.

La presencia China es la preocupación central de Trump. El país de Xi Jinping ha venido multiplicado sus inversiones en la región. Panamá es el primer país latinoamericano que en 2018 se integró al proyecto de la Ruta de la Seda. Además, este año se inauguró el gigantesco puerto peruano de Chancay, que China viene construyendo desde hace años y que modificará el transporte tradicional del hemisferio sur del Pacífico desde y hacia Asia y Oceanía. Por lo que el país asiático tendrá una influencia central en un corredor comercial clave de la región. Por todo esto, Panamá se ha vuelto clave.

En relación a la compra de Groenlandia a Dinamarca también tiene que ver con intereses geoestrategicos. La isla se encuentra en la ruta más corta de América del Norte a Europa. Desde Groenlandia, Estados Unidos puede vigilar y prevenir cualquier misil que le llegue desde Rusia, China o incluso Corea del Norte. Aunque también puede ser al revés: ser el propio Estados Unidos quien lance misiles y barcos hacia Asia o Europa más fácilmente desde Groenlandia.

Llegando a fin de año sorprendió el derrumbe de la monarquía de Bashar Al Assad en Siria. El futuro es aún muy incierto con varias facciones en lucha. El enviado especial de Naciones Unidas para Siria ha pedido la celebración de elecciones “justas y libres”. También sorprendió Corea del Sur con una crisis política sin precedentes. A mediados de diciembre el presidente Yoon Suk-Yeol intentó llevar a cabo un golpe de Estado. Fue destituido. Pero este viernes, el parlamento también destituyó al primer ministro y presidente interino, lo que agrava el caos político.

La caída del régimen de Bashar Al Assad en Siria tardó 12 años. (Efe)

Este 2025 habrá elecciones presidenciales en varios países. En América Latina, en febrero votará Ecuador ¿Ganará el mandatario actual Daniel Noboa? También lo hará Bolivia en agosto ¿Se postulará nuevamente Evo Morales aportando a la inestabilidad de su país? Y por último, Chile en noviembre ¿Logrará la extrema derecha de José Antonio Kast llegar al poder y así alinearse con Javier Milei y la ultraderecha global? 

En tanto en Europa, los dos motores de la Unión Europea atraviesan crisis políticas importantes. En Francia, a Macron se le dificulta gobernar después de unas elecciones legislativas anticipadas y el bloqueo político de la ultraderecha de Marine Le Pen. Luego de la renuncia de un Primer Ministro que duró menos de tres meses, Macron logró hace unos días nombrar a uno nuevo con la esperanza de poder unir al dividido parlamento. En tanto en Alemania, el 15 de diciembre el gobierno del canciller Olaf Scholz perdió la moción de confianza en el Congreso. Por ello se disolvió el parlamento y se convocó a elecciones para el 23 de febrero.

El 2025 se inicia con muchas preguntas. Donald Trump, en su segundo acto como presidente, promete un cambio radical. Pero, ¿logrará cumplir con sus ambiciosos objetivos sin desatar nuevas tensiones globales? ¿Su política hacia China y Rusia cambiará el equilibrio de poder o será el inicio de una nueva era de confrontación? En medio de estas tensiones, el resto del mundo no se detiene. Naciones como India, con su impresionante crecimiento económico, o México con todos sus desafíos demuestran que el desarrollo y la innovación pueden ser una fuerza unificadora. No hay dudas de que el nuevo año traerá grandes retos para todos.