Dispuesta a hacer ruido político con su gira europea, la vicepresidenta Victoria Villarruel se reunió con la expresidenta Isabel Martínez de Perón, Isabelita, y reivindicó su figura, que no es justamente bien rescatada por la historia argentina.
Villarruel, que viene marcando fuertes diferencias con el presidente Javier Milei, pareció querer meter con la difusión de su encuentro con la viuda de Perón el dedo en la llaga.
"Con Isabel Martínez de Perón, primera presidente mujer del mundo y de la Argentina constitucionalmente elegida. Vicepresidente como yo y argentina bien nacida. En un día cómo hoy, en donde se habla de lealtad, quiero reivindicar su figura", escribió en el tuit en el que posteó las fotos del encuentro.
La actual vicepresidenta ya se había reunido con el Papa Francisco, quien se mostró claramente más empático con ella que con Javier Milei.
El mensaje que difundió en redes por su encuentro con Isabelita puede ser leído en varios sentidos. Como bien dijo Villarruel, Isabelita fue electa vicepresidenta y asumió la presidencia cuando ésta quedó vacante, por la muerte de Isabel Perón.
Con Isabel Martínez de Perón, primera presidente mujer del mundo y de la Argentina constitucionalmente elegida. Vicepresidente como yo y argentina bien nacida.
— Victoria Villarruel (@VickyVillarruel) October 17, 2024
En un día cómo hoy, en donde se habla de lealtad, quiero reivindicar su figura pic.twitter.com/NA7Aw6k1DT
Pero además, envió un mensaje hacia el peronismo no kirchnerista que la ve con buenos ojos, con una clara referencia al Día de la Lealtad.
Isabel Perón, de 93 años, fue presidenta desde la muerte de Perón, el 1º de julio de 1974, hasta que la derrocó el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. Durante su gobierno se descontrolaron las variables económicos y floreció la violencia política. Ella encarnó un fuerte giro hacia la derecha, influenciada por José López Rega, jefe de la organización parapolicial Triple A, que se desempeñaba como ministro de Bienestar Social pero considerado un virtual primer ministro.
El gobierno militar, a cuyos integrantes Villarruel defendió, la encarceló durante cinco años. Luego se exilió en España.