La reforma constitucional volvió a la agenda. El gobernador Miguel Lifschitz dijo que si el peronismo quiere retomar la modificación de la Carta Magna provincial, algo que él impulsó sin éxito, está abierto a hacer su aporte. A principios de mayo, Lifschitz había acusado al justicialismo de poner “obstáculos” a la reforma e incluso suspendió una consulta popular para “preservar la discusión del bastardeo” de la oposición.
En contacto con A diario (Radio 2), el gobernador que a partir del 10 de diciembre será diputado provincial (casi seguro presidente de la Cámara baja), se mostró “totalmente abierto a conversar con los futuros legisladores para avanzar lo más rápido posible” en la reforma.
“Me parece muy bien que finalmente haya convicción para impulsar la reforma constitucional. (El peronismo) va a encontrar en mi un aliado”, enfatizó y recordó todos los intentos que hizo para sacar la modificación antes.
Uno de los puntos a cambiar era reelección del gobernador, que en Santa Fe está limitado a un sólo mandato. Solo se puede volver a la Casa Gris después de una gestión afuera
El 9 de mayo de este año Lifschitz pausó el tire y afloje a la reforma con duras críticas al PJ. Había planeado someter la reforma a consulta durante las elecciones del 16 de junio pero la oposición planteó rechazó la idea porque la presencia de funcionarios y militantes del socialismo podrían “enturbiar el proceso electoral”.